El Despojado, la obra que consagra a Francisco Romero

«Estamos en tus manos, lo que tú quieras y como quieras». Con esa frase del hermano mayor de la cofradía gaditana, el imaginero cordobés Francisco Romero Zafra comenzó hace ocho años una de sus creaciones, el Despojado de Cádiz. Una talla que destaca en la capital gaditana por la fuerza de la mirada y la expresión de su cara. «Eso fue lo bueno», apunta el imaginero al explicar que no existían líneas a seguir para la creación de la talla.

La hermandad salesiana gaditana rinde culto a Nuestro Padre Jesús del Amor Despojado de sus Vestiduras. Una imagen que según explica su creador, cuenta con mucha devoción en la ciudad, a pesar de ser tan nueva. «Cuando encargaron la talla la hermandad tenía unos 300 hermanos», actualmente supera el millar.

El imaginero cordobés reconoce que la mirada es lo que «más atrae» a los fieles. Una mirada inspirada en «la bondad del ser humano», como apunta Romero. «Me encargaron un cristo, pero yo no conozco a Cristo. Hago una persona con una capacidad de amar, de perdonar, de sentir», matiza.

Desde 1990, Romero Zafra ha creado más de un centenar de imágenes. Pero quizás, como afirma, el Despojado ha sido la que le ha consagrado, ya que tal como aclara, es de una capital y «el que más repercusión ha tenido».

Una imagen que une a las dos Cádiz, la del casco histórico y la de extramuros, ya que inicia su recorrido lejos de la zona más antigua de la ciudad. «Me siento muy orgulloso», concluye el escultor tras aclarar que el Despojado procesiona por uno de los mayores recorridos y de más horas en la Semana Santa gaditana.