López Silva se queda «solo» en la foto

Para la afición del Córdoba debería ser casi de manual recitar, como se hacía en la vieja usanza de los futboleros, la siguiente alineación: Juan Carlos, Gunino, Bouzón, Raúl Bravo, Pinillos, Garai, Abel, Pedro, López Silva, Nieto y Uli Dávila. Según Albert Ferrer, entrenador aquel 22 de junio de 2014 de las huestes blanquiverdes, eran los indicados para afrontar en el estadio Gran Canaria el partido que podía suponer el del ascenso a Primera contra Las Palmas. Y el destino quiso que al final así fuera.

En poco más de una temporada, la fotografía de ese equipo inicial ha tenido una erosión enorme hasta el punto de que hoy sólo queda uno de esos 11 jugadores.

El penúltimo en marcharse ha sido Juan Carlos, quien por 100.000 euros de traspaso ha puesto camino hacia Vallecas, el otrora su punto de partida hacia el profesionalismo.

Sin el alcarreño en la portería, se puede decir que la cobertura entera ha pasado a otra vida en lo que respecta en la trayectoria blanquiverde. Bouzón, Pinillos y Gunino, por ejemplo, sí tuvieron la oportunidad de disfrutar de la Primera División, ésa que se ganaron sobre el terreno de juego. Sin embargo, ya no están al expirarse los contratos de Bouzón o Gunino, mientras que Pinillos optó por enrolarse en la aventura del Championship en las honorables filas del histórico Forest. También hubiera merecido ese año en la máxima categoría Raúl Bravo, por su papel determinante en el play off y por la experiencia que atesoraba. Sin embargo, estaba «marcado» por Ferrer y fue de los primeros en marcharse.

Aunque tampoco es de extrañar que con el lateral zurdo hubiera ese final. También corrió esa suerte Uli Dávila, el gran protagonista de aquel día con el gol del minuto 93. En su caso, quedó sorprendido de ver que el Córdoba no apostó por su continuidad y tuvo que marcharse al Tenerife y después a Portugal. Pero no fue el único de los de la vanguardia de esa foto, ya que Pedro y Nieto también fueron «borrados» por muy diferentes motivos. Y es que con uno no hubo acuerdo a la hora de la renovación, por lo que se marchó a un Zaragoza con el que rozó el ascenso el curso pasado curiosamente en la misma plaza del Gran Canaria; mientras que el otro tuvo que pasar por el siempre duro trance de la carta de despido para actuar actualmente en las filas de un Lleida que aspira a volver a Segundo..

Los componentes del centro del campo aquella tarde, como son los casos de Abel y López Garai, comenzaron la temporada y tuvieron sus fases de juego en Primera, pero ahora buscan suerte en destinos tan diferentes como la Segunda B con el Cádiz o la Liga de Chipre, que se ha convertido en una especie de punto de paso para muchos jugadores españoles en los últimos tiempos. De hecho, allí también ha recalado Mikel Saizar, quien hacía de portero suplente en la alineación de aquel día.

En todo caso, el único que queda en esa foto es López Silva, quien tampoco se puede decir que a principios del verano tuviera muy clara su presencia dentro de la actual plantilla de Oltra. En todo caso, es uno de los dos supervivientes del comienzo de la era Carlos González (el otro es Caballero). De hecho, su calidad es diferencial en Segunda y se espera su versión tras un año en el que ha tenido poco protagonismo. De momento, es el recuerdo viviente de esa fecha histórica. No se sabe cuándo habrá que echar un vistazo a la instantánea para recordar a los héroes del ascenso de aquella tarde de junio en Las Palmas.