Entrevista
Mauricio García: «Si nos escucháramos más y decretáramos menos, igual nos iba mejor a los cofrades»
El nuevo hermano mayor del Caído es partidario del consenso y el buen entendimiento
Mauricio García es desde ahora el nuevo máximo responsable de la hermandad de Jesús Caído. Este gaditano y reconocido cofrade se sitúa al frente de la cofradía del Martes Santo con muchas ganas de hacer bien las cosas y seguir formando parte de la que es una gran familia. Llegó al Caído en 1992 de la mano de Pedro Pablo Reynoso con un grupo de amigos del colegio de San Felipe. A ellos se les ocurrió, entre otras cosas, sacar a la Virgen del Pilar en procesión. Desde entonces está unido a la corporación marianista aunque también es hermano de Buena Muerte desde 1987 porque como él apunta «es donde mi madre salía de penitencia y fue la que elegí, la que dije, quiero salir aquí».
-Ha sido usted hermano de fila, cargador, capataz... ahora hermano mayor. ¿Cómo asume esta nueva responsabilidad?
-Como un hermano más, solo que ahora le toca la tarea de coordinar la hermandad. No hay más. Somos muchos hermanos, una comunidad de fe que gira en torno a Ellos, nuestros titulares, y alguien debe coordinar ese caminar, pero siempre siendo un hermano más, escuchando, arropando e intentando dar un sentido a todo lo que hagamos.
-¿Qué motivos le llevaron a presentarse?
-Para este año había cabildo y el hermano mayor no se iba a presentar. Hubo hermanos que me dijeron que debía dar el paso. Como capataz siempre he defendido e intentado inculcarle a mis hermanos que éramos servidores de Él, un instrumento para acercarlo a la gente, que eso era lo nuclear de todo esto, nuestra tarea del Martes Santo. Ahora que se me requería dar este paso no podía decir que no, me toca servir a Ellos desde otro lugar.
-¿Cuáles son sus principales objetivos a corto plazo?
-Me obsesiona el concepto de hermandad, el ser una comunidad de fe activa. Sabemos ser cofradía pero quiero crecer como hermandad, quiero que los hermanos estén más cerca todo el año, que estén en su casa, que tengan orgullo de pertenencia porque vayan a la hermandad y sea un motivo de encuentro con gente con la que está a gusto. Estéticamente como cofradía hemos cambiado mucho en los últimos años, se seguirán haciendo cosas, pero me parece secundario, no me preocupa.
-¿Cuándo regresará la hermandad a su capilla del Parque Genovés?
-La idea es salir y recogernos en 2024 en San Francisco y para 2025 estar en el Parque. De todas formas es una de las primeras cosas que tenemos que afrontar porque siempre que se habla de eso tenemos en la mente los pasos recogiéndose por el Parque de noche, pero no hay que olvidar que de lo que estamos hablando es de montar una Iglesia, con sus sillas, sus aperturas, sus misas.... Eso es lo primero.
-¿Cree que mantendrá allí la misma participación que en San Francisco durante todo el año por parte de los hermanos, en los cultos y demás?
-Es la gran tarea del mandato, hacer que nuestra casa sea un lugar de encuentro de todos los hermanos. En la Semana Santa de 2024 hará 16 años que no salimos del Parque, es decir que hay muchas generaciones que no conocen donde el Caído se hizo hermandad, no ha vivido ese ambiente de la capilla, esa sensación de estar allí con tus amigos como el que estaba en su casa... Eso es lo que tenemos que conseguir y, a ser posible, no tener la misma participación sino más aún.
-¿Qué balance haría de este tiempo en San Francisco?
-Ha sido un tiempo de crecimiento y de considerarnos para siempre, y así debe ser, hermanos del Nazareno del Amor y de Vera Cruz. Les debemos mucho en este tiempo, nos han cuidado desde el primer momento, abrieron sus puertas para nosotros desde la más infinita generosidad y eso debe quedar para siempre en nuestra memoria y en nuestras relaciones.
-¿Qué proyectos patrimoniales tiene como prioritarios la hermandad?
-Aunque sea algo que no se vaya a ver en el cortejo, el prioritario es comprar sillas o bancos para la capilla, que no tenemos. Si lo que se está pensando es en el gran debate del palio, ya digo que eso no está en el pensamiento ahora mismo. Evidentemente se harán cosas que quedarán en el patrimonio de la hermandad, pero el prioritario es la capilla.
-¿Cuál diría que es la esencia, el rasgo característico, la principal virtud de su hermandad del Caído dentro de lo que es la Semana Santa de Cádiz?
-En la calle creo que somos una cofradía que gusta ver. Somos una hermandad quizás muy vinculada a la juventud y eso le da un cierto toque de alegría. Como hermandad creo que tenemos mucho del espíritu marianista y así debe seguir siendo y a ser posible acrecentarlo. Yo me considero marianista, he crecido con figuras importantísimas como Luis Castro y ahora tenemos la suerte de tener a Rafa Iglesias como director espiritual, que además es amigo desde la infancia.
-¿Cree necesaria una remodelación de la jornada del Martes Santo? ¿de la Semana Santa? Se movería su cofradía de día?
-A mí la jornada del Martes Santo me parece una de las grandes, con cinco hermandades maravillosas que cada una aporta en la calle su particular esencia. Pero no deja de ser verdad que tenemos dos jornadas con cinco cofradías (domingo y martes) y cinco cofradías en dos jornadas (jueves y madrugada). Algo no cuadra. Quizás sería necesario replantearse una reestructuración pero creo que eso nunca se va a dar porque muchos son los que lo pueden pensar pero pocos o ninguno los que dirían «yo me cambio». De hacerse tendría que ser algo de todos, con mucho consenso y muy estudiado y eso, particularmente, a día de hoy lo veo imposible.
-Y un clásico, ¿de la Carrera Oficial qué opina?
-No me gusta. No me escondo en esto. Es que no la entiendo. Quizás yo no he atendido bien a los motivos por los que se hizo el cambio o quizás no se ha explicado bien. Si el motivo principal es porque se saca más dinero creo que nos estamos equivocando completamente. La carrera oficial debe ser una opción para el público pero nunca una exclusión. No podemos perder de vista para qué salimos, por qué lo hacemos.
Yo soy muy defensor de que salimos para acercar a las imágenes a quien no va a la Iglesia, para que las contemple y les rece el que quiera. Eso de «el que quiera ver a la imagen que vaya a la Iglesia que está todo el año» me parece muy egoísta porque en el fondo estoy juzgando a alguien por ir o no ir a la Iglesia, estoy midiendo la volumetría de su fe por si va o no, sin yo conocer cuál es su historia o su relación con Dios. Igual que lo de «salgo a hacer Estación de Penitencia no para que me vea la gente», tampoco es la idea que tengo. Por eso creo que la Carrera Oficial debe ser una opción no una exclusión, no podemos terminar siendo una cabalgata subvencionada, no es ese el sentido.
-¿Cree que debe cambiar la normativa con respecto a las hermandades y cofradías? ¿Deberían tener más autonomía real?
-Creo que deberíamos sentarnos todos y tener las cosas más claras, incluyendo también a los propios dirigentes o pastores de la Iglesia. Hay veces que ves cosas que no tienen mucho sentido y se hacen por decreto, sin diálogo, como el de la música que nos pasó en mayo. Pienso que si nos escucháramos más y decretáramos menos, igual nos iba mejor.
-¿Qué piensa de situaciones como la del Huerto o Medinaceli?
Intentamos llevar a la gente el amor, la humildad y la misericordia del Señor o de la Virgen y ¿queremos hacerlo desde la soberbia en nuestra propia casa? Algo no hemos entendido, nos hemos perdido por el camino algún pasaje. Pero los laicos y los no laicos.
-¿Cree que hay futuro cofrade en Cádiz, en su hermandad, y en las demás?
Sí hay futuro, pero hay que cuidarlo, hay que guiarlo desde el cariño y formarlo con sentido, que no se base todo en lo estético.
-Lo primero que hará una vez que tome posesión como hermano mayor será...
Sentarnos para estudiar el proyecto de la capilla, renovar las bandas, mirar los horarios con la fiscalía, ver cómo formamos un grupo que queremos hacer para que los jóvenes se confirmen.... Siempre hay muchas cosas que hacer.
