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A. Vázquez
Cádiz

Solemnidad y pasión cofrade en las calles de Cádiz

La Palma, El Amor, Prendimiento y Vera-Cruz visten de fé el Lunes Santo gaditano

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Cádiz vive durante este Lunes Santo una tarde esplendorosa de procesiones, hermandad y devoción. La primera en abrir la jornada fue el Cristo de la Palma, seguido por el Prendimiento desde la Alameda y solo quince minutos después, salía de su templo el Nazareno del Amor de la plaza de San Francisco. A la caída de la tarde, cuando la Veracruz pisó las calles de Cádiz, el centro de la ciudad ya estaba repleto de fieles.

La Palma, la emoción de La Viña

Todo el barrio de la Viña ha sido La Palma. La hermandad despierta un interés tan especial como indescriptible. Los nervios y la emoción se palpaban en el ambiente desde bien temprano. El Cristo de la Misericordia y la Virgen de las Penas se iban a reencontrar de nuevo un Lunes Santo con su gente.

Una hora antes de la salida ya los fieles habían tomado posiciones para no perder ni un solo detalle de una de las salidas procesionales más intensas y conmovedoras. En la calle de la Palma era complicado encontrar un sitio. Entre los vecinos se encontraba el alcalde, José María González, que acudió para ver el inicio de la procesión. En la pequeña iglesia de la Palma los dos pasos ya están preparados.

Las dimensiones del templo dan más mérito aún al hecho de que se pueda conformar un cortejo. Pese a que muchos penitentes llevan años acompañando a los titulares de la cofradía, los nervios son evidentes. Dentro de la reducida iglesia se encontraban entre otros Pablo Chaves, hermano mayor del Caminito y también la exalcaldesa, Teófila Martínez. El director espiritual y delegado diocesano de las hermandades y cofradías de Cádiz, Juan Enrique Sánchez pronunciaba las preces de rigor antes de que se abrieran las puertas de la iglesia y se recordaba a los cristianos perseguidos.

Este Lunes Santo es muy significativo para todos pero más aún para el capataz del Cristo, Manuel Ruiz Gené, que se estrena con el martillo en la Archicofradía. Ruiz Gené reconocía que se sentía «abrumado y contentísimo». El experimentado capataz recibía abrazos y palabras de cariño y ánimo de todos. «Esto es otra cosa, la devoción de todo un barrio», afirmaba. Se acercaba la hora, el instante que todos los vecinos y cofrades aguardaban desde el Lunes Santo de 2016.

A la hora prevista se abrieron las puertas del templo y se escucharon los primeros aplausos. La expectación iba en aumento. Salieron las secciones de penitentes del Cristo y Ruiz Gené dirigió a los suyos para que avanzaran lentamente con el paso. Este año la hermandad ha estranado cinco cartelas para el canasto que han sido realizadas por Encarnación Hurtado. El paso de Antonio Martín está en fase de dorado y lucía de forma espectacular. El Cristo, tendido sobre el manto de claveles rojos empezó a cruzar el dintel de la puerta de la Palma.

Fue entonces cuando el barrio más se emocionó. La maniobra de salida se resolvió sin problemas gracias a una cuadrilla experimentada que siguió las perfectas indicaciones de su capataz. Sonó la Marcha Real. Después, se elevó la cruz del Señor. Con todo preparado Ruiz Gené ordenó la primera levantá. «Ustedes y yo somo unos privilegiados porque llevamos el nombre y los dos apellidos de este barrio», dijo a los suyos cargado de emoción. La banda de música de la Victoria de León, otra de las novedades de la Archicofradía, comenzó entonces a tocar la primera marcha, El alma de la victoria, dedicada al Cristo viñero que fue repartiendo misericordia desde su barrio y hasta todo Cádiz.

Después comenzaron a salir las secciones de la Virgen de las Penas e inició la maniobra de salida el veterano capataz José Luis Pájaro. Es tanta la experiencia que la salida se convirtió en un fácil trámite cuando la dificultad era incuestionable. Sonó de nuevo la Marcha Real. Tras colocarle las patas al paso, el precioso palio azul comenzó su recorrido por un barrio entregado y que derramaba lágrimas. La banda de música Soledad de Cantillana interpretaba Virgen de las Penas para acompañar el elegante mecido del paso.

Prendido de cariño en la Alameda

Jesús en su Prendimiento y la Virgen del Patrocinio vuelven a lucir bajo un sol radiante, acompañados de un regenerado y esperanzador cortejo.

Prendimiento de amor, fe y devoción en plena Alameda de Cádiz, en plena Iglesia del Carmen y en el corazón de una ciudad. Luce el sol acompaño del levante pero no desluce la salida pasada las cinco de la tarde del paso de misterio de Jesús en su Prendimiento. Antes, el Padre Francisco Víctor López recuerda a los más de 200 hermanos penitentes y cargadores que deben «llevar las almas a Dios, cada uno a su forma y como pueda, pero por medio de nuestros titulares».

En un año complicado para la hermandad por el cambio de junta de gobierno y la situación del Carmen, la ilusión y ganas siguen más que vigentes en una cofradía que se ha fortalecido con la unión al colegio Amor de Dios, centro educativo que también acompaña al cortejo con alumnos de 2º de Bachillerato.

Con cara de nervios e ilusión aguarda pendiente de todo el nuevo hermano mayor del Prendimiento, Jesús Eyras. Será esta su primera salida como máximo responsable de la cofradía tras un año «de complejidad pero sabíamos a lo que nos enfrentamos». Dificultad también por la marcha de los Carmelitas: «Hemos sido muy cautos con la situación del Carmen. Seguimos teniendo una sede canónica y aquí siempre nos han acogido siempre bien, sentimos que esta es nuestra casa», reconoce.

Con la Cruz de Guía ya en la calle, los penitentes del Señor preceden al paso de misterio de Jesús que sigue avanzando en su tallado, como se ve en el frontal, y con los nuevos candelabros. Primero a ruedas para salvar la altura del dintel y un incómodo escalón para ya a hombro realizar la primera levantá en la Alameda. ‘Prendido en Getsemaní’ suena gracias a la Agrupación Sagrada Cena que acompaña a la brillante imagen del isleño Alfonso Berraquero.

La Virgen del Patrocinio ya luce minutos después acompañada de muchos niños que con y sin su antifaz demuestran la vida y sobre todo futuro que tiene la cofradía del Beato. Un hermoso palio que estrena las caídas y un puño donada por la hermana.

Las puertas del Carmen se cierran para volverse a abrir pasada la media noche y que Jesús en su Prendimiento y Patrocinio regresen a la que también es y será su casa.

Nazareno del Amor

En la iglesia de San Francisco se ultimaban los preparativos para la que iba a ser de nuevo una jornada brillante. La hermandad del Nazareno del Amor volvía a abrir el Lunes Santo en la iglesia conventual. Los cargadores se preparaban en el patio mientras que en el interior del templo el director espiritual de la cofradía, fray Francisco González celebraba la Eucaristía previa a la salida procesional. Una vez más los momentos previos resultaban muy emotivos. La cofradía salía con un cortejo muy nutrido ya que es una de las que pone en la calle más capirotes.

A las cinco de la tarde se abrieron las puertas del templo franciscano. La Plaza de San Francisco, con sus naranjos en flor, se había llenado de fieles que querían presenciar la salida del Nazareno Blanco. Las secciones de penitentes avanzaron con normalidad y después el capataz empezó a indicar a los suyos la maniobra de salida. Alejandro Fuentes Ximénez se estrenaba ayer con el martillo. Tras 27 años cargando el paso de misterio, la junta de gobierno le había dado esa oportunidad que aceptó con enorme responsabilidad. «Estoy nervioso pero con mucha alegría. Lo hacemos todo por el Blanco de arriba, esa es la idea», comentaba Fuentes.

Poco a poco y con destreza, el paso de misterio salió y sonó entonces la Marcha Real. En los instantes posteriores, mientras se terminaba de colocar la cruz del Nazareno, se escuchó la primera saeta de la tarde cantada por Rosario Valentín. Su devoción arrancó los aplausos del público. Después era Juan Romero quien también dediacaba una saeta al Nazareno del Amor. El capataz ordenó entonces a los suyos la primera levantá de la tarde y la Agrupación Musical Polillas comenzó a tocar, como no podía ser de otra forma, Nazareno del Amor.

Mientras el paso de misterio empezaba a bajar la calle San Francisco, los penitentes de la Virgen salían a la calle. Interesante la cantera de la cofradía que contó con una nutrida sección de pequeños hermanos. La Virgen de la Esperanza ya estaba a punto de salir. La madre va tras su hijo con su manto verde. El capataz del palio, también de estreno, Francisco José Benítez Rey, se mostraba igualmente emocionado. Tras superar el dintel de la puerta sin problemas sonó la Marcha Real.

Los saeteros se arrancaron entonces ante la bella imagen de la Virgen que llevaba su saya blanca e iba adornada con flores blancas y rosas. La primera levantá resultó espléndida y se escucharon los aplausos espontáneos de los fieles. Después, la banda de música Villa de Guillena interpretó la que sería la primera marcha de la tarde, Esperanza Franciscana, para que esta Virgen iniciara su caminar por las calles de la ciudad.

Vera-Cruz

Solemnidad de lunes con Vera Cruz

Tras no realizar Estación de Penitencia el año pasado por la lluvia, la cofradía franciscana pone la sobriedad a una salida marcada por el simbolismo

Familia, amigos, pareja, salud, trabajo… Centenares de promesas acompañan a Cristo en la Santa Cruz. Desde San Francisco, el Señor lleva consigo las peticiones de todos los hermanos que lo acompañan y las esperanzas encomendadas a la Virgen de la Soledad.

Hábito negro, solemnidad y silencio en el contrapunto del Lunes Santo. Solo la saeta de Carmen Campo rompe en la Plaza de San Francisco donde la Vera Cruz ya se alza sobre su brillante y completo paso de misterio. «Bendición a tu barrio entero», canta la saetera.

El ‘Lignum Crucis’ (madera de la cruz) adquiere un notable simbolismo dentro de la procesión de la hermandad franciscana. Antes entregado a los propios hermanos, completa un cortejo muy cuidado en cuanto a los símbolos y a la sobriedad del mismo.

Miguel Ángel Morgado, hermano mayor, afronta su última salida procesional como responsable de la cofradía tras un 2016 en el que la Vera Cruz se quedó en casa por la lluvia. «La ilusión es doble porque no pudimos hacer Estación de Penitencia y este año si nos encontramos con Cádiz». Morgado recuerda que «tenemos un sello de identidad muy definido, un carisma especial aceptado por todos los hermanos y aquellos que nos ven».

Una capilla musical acompaña al paso de misterio que sale a la Plaza de San Francisco con el Señor prácticamente tumbado y así superar la pequeña puerta de la iglesia.

Tras el primer paso, la Virgen de la Soledad que para este 2017 estrena dos jarras que completan así toda la orfebrería del palio. Para años venideros quedará el bordado del mismo, misión que deberá ejecutar la próxima junta de gobierno de la hermandad.

Un palio cuya salida es digna de ver por la dificultad que entraña. Dos largas y gruesas cuerdas sirven a los cargadores para tirar del paso y prácticamente sacarlo pegado al suelo.

‘Soledad’, del maestro Escobar, interpretada por la Banda ‘Nuestra Señora del Rosario’ de Cádiz, acompaña en su primera levantá a la Virgen. Por delante, fieles que vuelven a reencontrarse con la hermandad más antigua de la ciudad.

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