Semana Santa Cádiz 2022

Unos días mágicos para pensar, repensar y no dar pábulo al oportunismo

Como absolutamente todas las Semanas Santas, la imperial de Cádiz deja tantas luces como sombras que se cuentan en este análisis sobre lo que ha pasado

Semana Santa de Cádiz 2022 L. V.

Alfonso Carbonell

La vuelta a la mañana del Resucitado ha cerrado felizmente una semana que tuvo su mayor borrón en la tarde del Sábado Santo con la triste recogida antes de tiempo de la Soledad de Santo Entierro. Sin embargo, este hecho no puede emborronar lo que ha sido una Semana Santa que los gaditanos han disfrutado a su manera tras dos años de silencio pandémico.

Los desfiles han brillado en las calles de Cádiz a pesar de que, como todos los años y en todos los sitios sin importar el estilo, se han tenido que mencionar problemas en la carga , ese sacro deporte que siempre ha dado vida a una semana en la que lo folclórico suele imponerse a lo religioso.

La vuelta a los cortejos procesionales, después de dos años sin pasos en la calle, no ha sido de la manera soñada por todos. Para empezar, el descenso general del número de penitentes que se presagiaba se ha notado aunque no en todas las cofradías, ciertamente. La impresión para algunos es que cada vez cuesta más tener un cortejo nutrido , ya que las nuevas y escasas generaciones de gaditanos no son partidarios de pertenecer a una hermandad.

Por otra parte, los cofrades que presionaron en su día para partir la jornada de la Madrugada por sus intrigantes motivos, lo único que han conseguido es que muchos gaditanos marchen a Jerez o a Sevilla en busca de las reliquias que andan por dos ciudades hermanas y con mayor tradición que la que existe en Cádiz.

La nueva Carrera Oficial es, de nuevo para algunos, un sin sentido puesto que solo se sostiene por el balance recaudatorio del consejo, que se deja guiar por los palcos sevillanos de San Francisco para dar más realce a un itinerario oficial que ha perdido su tradicional y señero paso por Ancha. Eso sí, aquí hay que regañar a las cuadrillas de cargadores, y por consiguiente, a sus juntas de gobierno, que por el ego de 'formar el taco¡ por Novena despreciaban la calle que acababa con el consabido topolino de los Italianos. Esas cositas de Cádiz que se pierden... Ese maltrato al Liba, San José y demás negocios hosteleros fue bien atendido por un Consejo loco por sevillanizar Cádiz con, ojo, la intención de mejorarlo.

Siempre hay que hablar de la parte más débil de este negociado: los cargadores . El caso es que han pasado cosas esta semana por la que más de uno debería rendir cuenta y a día de hoy no se conoce noticia alguna de ninguna dimisión de ningún miembro de junta de gobierno , especialmente en las jornadas del Lunes y del Sábado Santo.

La voz de un cofrade que supera la cuarentena se abre paso en este análisis, que allá cada cual el que le quiera dar o no credibilidad. « Muchas juntas de gobierno actualmente dejan mucho que desear . Lo que se ha vivido estos días es un fiel reflejo de la vida de la ciudad, no hay muchas personas con los suficientes valores para pertenecer a juntas de gobierno y éstas se rellenan con personas que no saben el sentido que debe tener una hermandad».

Otro tema es la distancia asombrosa que existe entre las cofradías y la iglesia . Lo vivido en la Catedral es el mejor ejemplo de que las cofradías molestan y que no son bienvenidas en la seo. Y claro, a la sotana siempre le quedará la carga para arremeter contra ellos, los cofrades, que harían bien en recordar a sus cuadrillas que lo de fumar en templos está feo.

Hay que dignificar , aunque hay veces que cuesta por comportamientos discutibles, al submundo de la carga. Está claro que hay mucho personaje deleznable debajo de los pasos, pero debería haber un sensato equilibrio entre lo que se exige a la cuadrilla de marras desde las juntas de gobierno para no confundir a hermanos cargadores con mulos de carga. La solución parece evidente pero complicada: una asociación de cargadores a nivel local que asegurase que no pasasen según qué cosas que se han tenido que ver para perjuicio de todos.

El triste caso de La Soledad de Santo Entierro debería venir bien para tratar un tema con los que unos -los interesados, aprovechados y cobardes que quieren llevar al terreno de todos cuando no tienen bemoles de llevarlo al suyo- quieren pescar en río revuelto cuando la solución sigue siendo la única que no falla, el compromiso .

Porque si una cofradía no cuenta con cargadores suficientes para llevar los pasos, una hermandad puede dirigirse a una cuadrilla de cargadores profesionales (made in Pájaro, 'for example') para poder tener los necesarios para portar un paso. Una garantía.

La solución no es cambiar la manera de cargar , por mucho que algunos lo lleven medio intentando hace mucho tiempo con el favorable ruido que añaden los del 'No al costal'. Pero la semana ha dejado cantidad de cositas. Vayamos a ellas.

1

Viernes de Dolores

La gente se echó a la calle hambrienta de incienso y lo encontró en Dolores de Servitas, que con tanto silencio, como ese que no entiende esa parte de la afición que desconoce lo más mínimo del decoro, se ahogó entre tanto fervor. Era obvio, siendo viernes y con el ansía que había de Semana Santa y de bulla. A ver quién era el hermano varilla capaz de rogar silencio durante el paso de una hermandad de negro. Decepcionó el primer paso de palio en su recogida, donde llegó al son de marchas pero dejó con ganas a los fieles inquietos que esperaban en la puerta de San Lorenzo, donde la Virgen llegó muda y sin acompañamiento musical. Quizás, quien sabe, como supremo castigo al comportamiento de la parroquia.

La conclusión es que hay que saberse ciertas reglas antes de salir a ver procesiones. Otra cosita. Inexplicable los tremendos parones siendo la única en la calle. Luego se quejan de la crisis de capirotes, lógico. Hay que cuidar muchísimo más al cortejo antes que el ego de los cargadores. Mal común en la inmensa mayoría de las hermandades.

2

Domingo de Ramos

Un año mas, la zona de San José volvió a brindarle a Cádiz una excelente jornada en un rincón de la ciudad que desde hace unos años ha dotado al ambiente cofrade de la capital un inmejorable escenario para el disfrute de todos los vecinos. Es increíble lo que mueven Borriquita y Despojado. Ambas cofradías le han regalado a los gaditanos una fecha marcada en el calendario. La riqueza de nuestra Semana Santa se ha visto engrandecida por dos cofradías sureñas que le dan al norte más brillo si cabe. Que el Domingo haya crecido más allá de los muros de las Puertas de Tierra es una bendición no solo para los aficionados a esta pasión sino para el conjunto de la ciudad. El gran trabajo de ambas hermandades, la una con su colegio, la otra ganándose a su recuperado barrio, hace posible además esta maravilla que año tras año va regalando alegría desde la Avenida al corazón del ‘Cadi Cadi’. Es de destacar el encomiable esfuerzo de ambas por dar lustre a Cádiz más allá de que los pasos anden ‘asín o asán’.

Los problemas de carga comenzaron bien pronto. Casi que con la venia. La Borriquita salía a un paso más corto y distinto a los últimos años en los que, con la excusa de salir de San José, imprimió a su estilo algo más de ritmo con la intención de comer más calle. Este año llevaba dos cuadrillas y aún así volvieron a tener problemas en el misterio, que llegó a su templo muy mermado y parando antes de finalizar la banda sus correspondientes marchas. Ruina gorda. Además de los problemas de peso, ese día, con fuerte viento de levante y un calor soporífero, el clima no ayudó.

Un veterano cargador explica los posibles motivos de la siguiente manera. «El problema es que meten a mucha gente, pero la mayoría no saben a donde van. La manera de andar en Cádiz no prima la velocidad porque se anda mucho para los lados y a eso hay que sumarle que el paso de La Borriquita pesa muchísimo de siempre», comenta sobre un misterio que no era raro que diera problemas incluso cuando salía del Carmen. Sigue en su explicación. «Para solucionar esto lo que hacen es meter a mucha gente e intentar andar rápido, y lo que hacen es lastimar más a la gente».

La edad también es importante, algo que se ha comentado desde siempre en el mundo capillita. «Para meter a mucha gente tienen que meter a niños de 18 años y eso acarrea consecuencias porque estos jóvenes, por muchas ganas que tengan, no pueden pasar de llevar una cruz de mayo a un Jesús de La Paz de la noche a la mañana». Y finaliza su argumentación con una frase lapidaria y a la que la junta de Gobierno de la cofradía beduina debe darle muchas vueltas. «En resumidas cuentas, ese paso ya llegaba duro al Carmen y no ha llegado nunca bien a San José».

Ya, algo más profundo, lanza otra advertencia, cuanto menos interesante. «Hay cargadores que sacan El Perdón que no están capacitados para sacar a Jesús de La Paz ya que el primero va a un paso mucho más lento que el segundo y, además, en el de Santa Cruz no entran niños. Al margen de que no son los mismos tiempos», finaliza.

Ese Domingo causó sorpresa la ‘espantá’ de la banda de Linares que iba tras los pasos del Despojado. Precisamente, el retraso que sufrió La Borriquita hizo que todos los desfiles acarreasen un largo retroceso en sus desfiles. La banda esgrimió a los hermanos de la cofradía salesiana que tenían a muchos componentes con problemas de horario porque entraban a trabajar a las siete de la mañana en Jaén y el trayecto en bus ya era de cinco horas. Polillas, que sigue haciendo méritos para tocar al Señor despojado como banda titular, acudió raudo y veloz para tocar a la excelente cuadrilla de Joaquín Cortés de camino a su colegio. Ahora ajustarán cuentas.

3

Lunes Santo

Día negro para la Semana Santa de Cádiz. Decisiones demasiado generosas con los hermanos pero imprudentes al fin y al cabo pusieron en peligro el patrimonio de La Palma, Amor y Prendimiento, que procesionaron hasta la Catedral, unos por el itinerario oficial y otros -como la cofradía viñera- por el camino más corto. Vera Cruz tenía pensado salir pero un chaparrón con la Cruz de guía prácticamente en la calle les obligó a replantearse una decisión que iba siendo la más errónea de todas y pasó a convertirse en la más austera y consecuente. Porque ya saben el dicho. Se equivoca el que se moja.

Varios asuntos dejó esta aciaga tarde. Francis Lucero, hermano de La Palma, fue pasto de las críticas por ver desde la puerta de un bar la salida del Cristo de la Misericordia. El cofrade deja de ser este año hermano mayor y argumentó a este medio que tan pronto como vio la salida del Cristo se metió en la iglesia, se puso la túnica y presidió a la virgen de Las Penas.

Si este hecho se destacó en los mentideros cofrades, qué decir del hule que le colocaron al Nazareno del Amor para protegerlo del agua. Pocos comentarios ofrece el asunto más allá de que muchos cofrades, hablando mal y pronto, pudieran pensar que para andar con música poco importa que arriba haya una imagen sagrada encapotada sin estilo alguno a que haya un saco papas mientras esté tocando una banda. Hablando con algunos hermanos del Amor, que defendían la pantomima por llevar su escudo más que por sus argumentos, a uno le queda la sensación de que la junta de gobierno, de ser seria, debería tomar cartas en el asunto. Fue inaceptable no ya por la imagen de la propia cofradía franciscana, sino porque la imagen dañó a toda una ciudad. Recapaciten.

Algunos detalles. El Prendimiento se acordó del gran Paco Sanz, tristemente fallecido este año de manera repentina. Un crespón recordaba al fotógrafo cofrade, amigo a su vez de Galeano, el hermano mayor de la cofradía del Mentidero.

Capítulo aparte merece lo acaecido en la Catedral, esos fariseos a los que ya destapó el Señor de Judea.

4

Martes Santo

Tras el desastre del día anterior, la situación pedía a gritos una jornada de reflexión que fue rota por las salidas del Caído (lógica), Columna y Ecce Homo (menos lógicas). Piedad y Sanidad optaron por la prudencia y el recogimiento después de un día donde no se sabía muy bien cómo podría obrar la curia después de un Lunes en el que no estuvo a la altura. Aquí, cada uno es cada cual, hay que valorar tanto el arrojo de los que salieron como el hondo pesar de los que se quedaron en casa por hacer imperar la cabeza sobre el corazón, ese que tanto se disfruta pero que tanto sofocones da.

Y es que lo del Lunes, a raíz del comunicado del Cabildo Catredalicio con el que afeaba a su pueblo el relativo mal comportamiento, rezumó el pasotismo, ninguneo y falta de empatía de parte de la jerarquía eclesiástica de nuestra ciudad hacia las hermandades que montan la que montan cada año para el disfrute de los gaditanos y el correspondiente dinero que genera en el bolsillo de los trabajadores, amén del arraigo cultural y sentimental que despierta en aquel que quiera beber o creer. Desde luego, es verdaderamente preocupante que en la Iglesia existan ciertos curas que deberían practicar más a menudo lo que predican.

Y claro, con ese temor de tener a la Iglesia enfadada y verse capaz de prohibir hasta la entrada a un monaguillo para ir al baño tras el bronco comunicado salieron las tres (imprudentes o valientes) cofradías del Martes.

El Caido, en la voz de su hermano mayor, daba normalidad al asunto poco antes de poner a su guion en la calle. «Es agua lo que cae, no ácido sulfúrico. Si llueve, tranquilidad«, decía con grandes dosis de sensatez el responsable de una joven cofradía, muy diferente del patrimonio que han de defender históricas como Ecce Homo o Columna.

De todas formas, las tres salieron bajo el convencimiento de que si cayera agua en abundancia las estancias de la seo permitieran su recogimiento si las circunstancias lo obligasen. Baste este testimonio de uno de los hermanos que este Martes Santo decidió salir a la calle para contentar al pueblo. «Impedimento a quedarme en la casa de Dios no creo que lo tuviéramos porque no es intención de ninguna hermandad quedarse nunca en Catedral cuando decide hacer acto de penitencia en ella, pero si te coge el agua, el viento o un terremoto pues te debes de quedar y salir cuando se pueda». Afortunadamente, pudieron entran y salir ese mismo día no sin mojarse. Unos más, otros menos.

Sin duda, la Iglesia perdió una magnífica oportunidad para acercarse a ese pueblo que tanto proclama el argentino sucesor de San Pablo. Y que como decía el recordado marianista Luis Castro Arteaga «es de agradecer que los jóvenes conozcan la pasión y vida de Jesús gracias a la labor catequética de las hermandades y cofradías. Porque esto es algo más que folclore», sentenciaba el de la txapela txuri urdin.

5

Miércoles Santo

Día de barcos, día grande. El más grande desde la espantà de la Madrugada. Apoteósico pero con el lunar del ajetreo de tener que levantar a gente que ha pagado su silla en San Juan de Dios para dar paso a Sentencia, que debido a ese error, calculado o no, le metió un retraso a Cigarreras gordo. Los de Santo Domingo tuvieron que esperar pacientemente la llegada de la hermandad vecina de La Merced a que completase su paso por Cristóbal Colón. El tema de los parones, la verdad, ha sido un detonante común todos los días.

Como siempre, la honesta rigurosidad del Pájaro y su cuadrilla no defraudó en compañía de una sobresaliente capilla que balanceaba a la siempre portentosa Virgen del Caminito.

Cigarreras brilló, a su estilo, de principio a fin. Con sus yenquitas y sus cosas, pero con la clase y la elegancia gaditana de esa que no va tirando al cielo figuras como si fuesen melones. Y así fue meciéndose el Señor de la Salud camino del compás de Santo Domingo, donde el cuerpo de capataces dudaban si podrían o no concluir la subida con dos o tres marchas. Tenían sus dudas, pero el arrojo de los cargadores y el compromiso -ese que faltó el Sábado en Santa Cruz- les hizo remontar el vuelo en una subida en la que empujaron hasta los romanos que se burlaban del hombre coronado de espinas con melena al viento cigarrero. Encomiable el trabajo del mayordomo de la hermandad, que sacó la platería de María Santísima de la Esperanza brillante como un día de verano. Muy bien la saetera que encandiló a los presentes en la salida de ambos titulares.

En otro orden de palio, no llegó bien Nuestra Señora de la Luz, que iba cojeando en su palo izquierdo desde poco después de Catedral. La banda de Conil que le soplaba le quiso aliviar el camino pero no había marcha que pudieran finiquitar dada las complicaciones. Eso sí, la Señora de La Luz logró lcanzar la cima de San Félix con la dignidad de una cuadrilla que sirvió más al compromiso que a la eficiencia.

6

Jueves Santo y Madrugada

Día de regidor. El paso de misterio, que para ser el primero de Cádiz debería ir dorado en su amplitud y no solo en su frontal, para eso mejor dejarlo tallado y al año siguiente dorarlo al completo, iba capitaneado por Joaquín Cortés, un capataz que despierta las fobias de los talibanes y las filias de la oposición. La exuberancia que debería llevar el paso del greñúo se veía cohibida por la lentitud con la que se expresaba la magnífica ‘agrupa’ de Estepona o el respeto del que se ve uncido Cortés, que no es igual cuando su martillo procede de PuertaTierra que cuando le tocó usarlo en la Soledad franciscana o ahora en el barrio de los gitanos. Tan lógico como debatible.

Felizmente, el majestuoso nuevo paso entró por Jabonería y no hubo que segar las patas de la mesa -como aseguraban algunos cargadores de la propia hermandad días antes de la salida- para que el regidor perpetuo saliese de la Conventual. Eso sí, hubo cierto descontento entro los vecinos del barrio a cuenta de que al 'moreno' no le acompañó en su salida la Marcha Real ni, lo más sagrado, la de Regidor Perpetuo, esa con la que arranca el Señor de Santa María desde siempre. La ‘agrupa’ de Estepona expone para explicar el asunto que eso corresponde a la banda de Enrique Galván, la que toca siempre a Dolores. Conclusión: que entre unos y otros se quedó la casa sin barrer.

Cositas de protocolo. Otra vez. Y eso gusta muchos por estos mentideros. Como se ha dicho, a Francis Lucero, a la sazón hermano mayor de La Palma, los paparazzi del capillismo le pillaron de chaqueta a la salida de su Cristo en la puerta de un bar. Pues bien, otro hermano mayor consagrado del mismo palo -el patrón de los sevillitas con permiso de Daniel Robledo, el primer valiente sin nombre-, Ramón Velázquez, era inmortalizado en el Mercado mientras la cofradía que gobierna, Afligidos, hacía su estación de penitencia a la SIC. En su

Ramón Velázquez, en el Mercado, mientras Afligidos estaba en la calle.

defensa, para el que quiera saber, tiene como mano derecha a Lourdes Cortejosa, que sabe llevar la procesión con los ojos cerrados dado que ha sido hermana mayor también. En su contra, para el que quiera atacar, pese a que tiene una edad tiene pinta que prefirió descansar antes de mandar sobre el palio del Perdón, con el que firmó en 2019 y al que guía hasta el amanecer. Hasta ahí la información y ya que cada cada cual opine de este “bravo capataz como brava es su cuadrilla”, que diría JuanCarlo.

Destacar el tronío de Gracia y Esperanza de Oración, esa cofradía de los itinerarios de La Gloria a la que le ha venido de categoría la pandemia para realzar la gratitud con la que cada año agrada por las calles de Cádiz consiguièndolo con su gaditanismo beduino.

No podía pasar un día sin los parones. Esos que matan tanto al cortejo como a los aficionados. Ni que decir que a los penitentes, esos a los que hay que hacer una ola desde el primer momento que deciden vestirse de nazareno, retratarse con su cuota de hermano y acompañar con fidelidad a sus titulares por el bien de ellos, de Cádiz o de quien sea, poco o nada hay que decirles más que darle las gracias. Que nadie los toque, que no se atrevan a hacerlo por mucho que el que lo haga vaya encorbatado, sea calvo o vaya con gomina. Como si llevan unas Reebok de Pump. Que sí, que hay que cuidar los detalles, que no está de más que haya que saber que hay que ir con castellanos, calcetines blancos y demás, pero todo aquel que acompañe en su calvario al Señor y a su madre, y pagando, merece un respeto. ¿O acaso el rey de los judíos iba de chaquet camino de su matanza? En todo caso, el trabajo de concienciacón debe ser de la propia cofradía.

Caso aparte es lo de Medinaceli, que sale a las diez de la noche pero añora volver a la Madrugada, o eso al menos dicen miembros de su junta de gobierno. Pues bien, no se entiende, pues, que aceleren su regreso a Santa Cruz (igual que Afligidos) y dejen a lo que queda de Madrugada sola y desamparada en manos de un Perdón que no puede con todo. Hoy salen a la once y les da prisa en recogerse. Ay de esos tiempos que salía a las dos con toda la parsimonia del mundo.

El Jueves pasó como pasa una dulce brisa de verano. Eso sí, con un parón importante del Perdón, que le metió al Nazareno una hora de retraso en su recorrido, algo extrapolable a la semana entera.

7

Viernes Santo

Bonito y agradable dia. Siete Palabras le da al asunto un tema más folclórico del que expone su representación, pero que se agradece en una afición que sigue suspirando elogios al Cristo de la Expiración y a la ‘loca victoriosa’ de su madre, que reinan en la calle de Cádiz entregada a sus cofradías antes de recogerse en el silencio de Descendimiento y Buena Muerte. Por comentar, que pa eso estamos y debemos estar, había cierto descontento de los cargadores del Cristo castrense con la banda que los acompañaba, la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Despojado, de Jaén. Aparentemente piaba de fábula, pero por lo que sintió debajo del palo se demandaba más fuerzas para arrancar. Interesante debate.

8

Sábado Santo

Los oportunistas dicen y dirán de todo, pero lo cierto es que faltó compromiso y sobró chavalería. No hay que hacer una película de nada y, con cariño, habrá que ponerse más serio a la hora de constituir una cuadrilla. No todo es jauja. Estaría feo capitular la Semana Mayor a ruedas.

Disfruten y no le hagan el trabajo a los oportunistas que quieren borrar del mapa una forma de cargar única y que es santo y seña de Cádiz. Las cinturitas marineras nacen y mueren aquí y sería un disparate, a estas alturas de la película, cambiar el modelo.

Por supuesto que Cádiz y su Semana Santa es tan grande como pequeño puede ser el ímpetu y las ganas de hacerla crecer por su gente. Además de la cantidad de estrenos que cada año los cofrades regalan al patrimonio de todos, se tiene que enfatizar en los auténticos bandones que se han paseado por la Tacita y más cosas que hay que poner en valor. A saber, como que después de dos años donde se han pasado problemas muy serios en muchas hermandades, estas mismas hayan sido capaces de poner en la calle sus enormes obras de arte sin faltar a su cita. Eso ya es de agradecer y hay que felicitar a todas y cada una de las juntas de gobierno un año más a pesar de los pesares.

Otra cosa importante de la que no se habla. Resulta elogiable que en una ciudad donde parece que la natalidad es un problema serio, se han visto muchas paveras o grupo de monaguillos amplios. Eso es importante porque eso es el futuro. A esos pequeños a los que hay que enseñar qué es una hermandad y que, a pesar de la edad, no es una de cosa de niños vestir el hábito nazareno. Nuestra cantera de hoy será nuestra Semana Santa de mañana.

9

Domingo de Resurrección

El Domingo recuperó el esplendor de años pasados. El clima que se respiraba era de agradecer entre tanto cofrade ansioso de debate y hermandad. El Señor de San Antonio resucitado ponía el colofón a una semana tan mejorable como inolvidable.

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