Detenido el torero Rafael de Paula por intento de agresión

El extorero Rafael de Paula ha sido detenido este jueves por presuntas amenazas graves e intento de agresión con una azada a un abogado de Jerez que tiene un despacho en la céntrica calle Caballeros, según ha expuesto la propia víctima en la denuncia presentada en comisaría, aunque otras fuentes próximas al caso indican que podría tratarse de una navaja. Paula se presentó en el despacho del letrado e intentó agredirle después de proferir amenazas de muerte contra su persona. Cuando los agentes procedieron a detener al diestro, de 74 años, que podría encontrarse acompañado de otra persona en el exterior del despacho, éste, al parecer, opuso resistencia e insultó a los agentes de la autoridad e incluso los pudo amenazar con el bastón que utiliza para apoyarse.

Fue trasladado a la comisaría en espera de la instrucción de las diligencias que permitan precisar, policialmente, qué pudo suceder.

En la cárcel

No es la primera vez que el torero del barrio de Santiago ha tenido problemas con la Policía y la Justicia. De hecho, en 1989 del pasado siglo, Rafael Soto Moreno —nombre de Rafael de Paula— fue condenado a dos años de prisión menor por un delito de inducción al allanamiento de morada, con intimidación, tras la agresión que sufrió en marzo de 1985 José Gómez Carrillo, el presunto amante de la esposa del torero, en su propio domicilio de El Puerto de Santa María (Cádiz). Este hecho tuvo mucha repercusión en toda España.

En aquel mismo juicio se le absolvió del delito de homicidio o asesinato frustrado, del que le acusaron el fiscal y la acusación particular. Desde que se retiró de los ruedos, a Rafael de Paula se le ha podido ver en diversos ambientes relacionados con el mundo de los toros, llegando a ser apoderado del diestro sevillano José Antonio Morante de la Puebla.

El último escándalo protagonizado por el veterano matador ocurrió en Ronda en 2012 donde despreció al público que había acudido a ver cómo le iban a entregar la Llave de Oro del Parador. Insultó y menospreció a los agentes e incluso a uno de sus hijos, que presentaba un libro sobre su figura.