Honores británicos para la Dama del Ladrillo

A sus 53 años Marie Therese Odonogue, más conocida en la provincia de Almería como Maura Hillen, ha visto como su titánica lucha contra la que a día de hoy es la mayor injusticia que le ha tocado sufrir en sus propias carnes, la ilegalización de numerosas viviendas compradas de buena fe por ciudadanos británicos, tiene su recompensa. Esta irlandesa, presidenta de la asociación Abusos Urbanísticos Almanzora-NO (AUAN), ha sido nombrada miembro honorario de la Excelentísima Orden del Imperio Británico (MBE) por dar voz a miles de extranjeros a los que la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) truncó sus sueños de vivir plácidamente sus años de retiro en un lugar tranquilo, con muchos días de sol y alejado de los desmanes urbanísticos de la costa, aunque cerca del mar.

Por recomendación de un amigo aterrizó en la Comarca del Almanzora y se asentó en el municipio de Albox en el año 2007 huyendo del «desarrollo excesivo» de la franja litoral. Como muchos otros extranjeros, adquirió sobre plano una casa a un promotor que no le informó de que el suelo sobre el que se iba a construir no era urbanizable. «Nos quedamos con una propiedad ilegal, sin papeles y en algunos casos sin servicios y con la amenaza de demolición sin indemnización previa» y todo ello por el mero hecho de «invertir los ahorros de nuestra vida en una vivienda» en España.

Y sabe muy bien lo que cuesta ganar dinero y el gran sacrificio que hay que hacer para ahorrarlo, a tenor de que durante años ha sido vicepresidenta de un banco suizo, de ahí que muchos propietarios de viviendas ilegales aplaudieran su nombramiento como presidenta de AUAN. La consideraron como su única esperanza para plantar cara y acabar con un problema que les consume poco a poco cada día que pasa. Pero no fueron los únicos que se percataron de que era una líder de opinión. El PSOE la fichó para su candidatura por Albox en las pasadas municipales y la ha convertido en concejal de Relaciones Internacionales y Turismo.

Amante del pádel, deporte que practica con su marido, de origen galés, asegura sentirse «muy satisfecha» por todo lo que ha conseguido hasta ahora, pero sobre todo por haber logrado que, con el apoyo de otras asociaciones, se «hayan cambiado dos leyes estatales para proteger a los inocentes cuando la demolición de una vivienda es inminente». Su próximo objetivo tiene una fecha de caducidad muy corta. En el debate que se celebra esta semana en el Parlamento andaluz espera que se de luz verde a la incorporación en la LOUA de medidas urgentes que permitirán regularizar miles de viviendas.

Si se aprueban estas modificaciones no duda en que lo celebrará por todo lo alto y, a buen seguro, que degustando su plato favorito: el «cerdo con salsa Pedro Ximenez» que prepara su amiga Vanessa. Un manjar del que no puede dar cuenta tanto como le gustaría, porque «necesito bajar de peso». No obstante, la modificación de la LOUA eliminará de la mayor parte de los propietarios de viviendas ilegales el lastre que durante la última década llevan soportando sobre sus espaldas: el de la incertidumbre sobre el futuro de su hogar. Quizá por el hecho de que aún no se vislumbra con nitidez la luz al final del túnel, Hillen reconoce que, aunque se instaló en Albox para vivir su jubilación, en el futuro «es posible que volvamos a Irlanda o Reino Unido». No obstante y a pesar del particular calvario que recorre junto a su marido, asegura que «estamos felices de vivir en España, porque es una experiencia personal muy rica para nosotros».