Diez sitios imprescindibles para comer patatas bravas en España

Diez sitios imprescindibles para comer patatas bravas en España

No todas las bravas son iguales. Nuestro crítico selecciona sus preferidas, sabrosas y diferentes

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No todas las bravas son iguales. Nuestro crítico selecciona sus preferidas, sabrosas y diferentes

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  1. Docamar

    Llevan más de cincuenta años preparándolas. Según su propietario, cada semana fríen más de 2.000 kilos de patatas previamente peladas y cortadas en trozos que resultan muy tiernas. Pero el secreto está en la salsa, de la que no dan la receta, razonablemente picante. Esta salsa la venden también en botellas para llevar a casa.

    Alcalá, 337 (Madrid)

  2. Bar Alonso

    Abierto hace ya más de medio siglo, su actual propietario, hijo del fundador, ofrece en la barra un amplio surtido de buenas tapas y raciones tradicionales entre las que sobresalen los callos a la madrileña, que son para mojar mucho pan, y especialmente las patatas bravas, con las patatas en su punto, nada grasientas, y una salsa muy lograda.

    Gabriel Lobo, 18 (Madrid)

  3. Las Bravas

    Su nombre lo dice todo. A esta casa se va a comer patatas bravas. Son tan tradicionales y genuinas que incluso han patentado la salsa con que las elaboran, muy agradable y ligeramente picante. Aunque tienen otros dos locales más en la misma zona (alrededores de la Puerta del Sol), el más auténtico es el original, famoso por los espejos de su fachada, citados por Valle Inclán en Luces de Bohemia.

    Callejón Álvarez Gato, 3 (Madrid)

  4. Sot

    En esta vermutería, en los bajos del restaurante de Sergi Arola, se sirven las patatas bravas que son una de las elaboraciones más célebres de este cocinero. Arola ha hecho una versión sofisticada de esta popular tapa a base de pequeños cilindros de patata confitada que en su interior llevan una salsa brava al estilo catalán, o lo que es lo mismo, una mezcla de tomate picante y alioli. También pueden encontrarse en el Arola del hotel Arts, de Barcelona, y en los Vicool de Madrid, gestionados todos por este chef.

    Zurbano, 31 (Madrid)

  5. Bar Tomás

    Las patatas bravas de esta casa, en Sarriá, son probablemente las más conocidas y populares de Barcelona. Patatas bien cortadas, a lo largo, y mejor fritas para dejarlas doradas y crujientes, que se recubren con una salsa brava a la catalana, o lo que es lo mismo, una salsa roja a base de aceite y pimentón picante y un alioli potente.

    Major de Sarriá, 49 (Barcelona)

  6. Cañota

    De los mismos propietarios que la conocida marisquería Rías de Galicia, este bar es uno de los mejores sitios para tapear en Barcelona. Y entre su variada oferta las patatas bravas ocupan un lugar sobresaliente. El secreto, buenas patatas, terminadas en el horno, y una salsa que elabora nada menos que Albert Adriá, socio de los propietarios en otros negocios. Salsa suave y potente, muy lograda, que se combina con un alioli muy ligero.

    Lleida, 7 (Barcelona)

  7. Central Bar

    Propiedad de uno de los mejores cocineros valencianos, Ricard Camarena, este bar en el interior del Mercado Central abrió en agosto y ya se ha convertido en una de las referencias para el tapeo en la ciudad. Con productos del propio mercado se sirven excelentes raciones, entre ellas unas excelentes patatas bravas, muy clásicas, con la patata crujiente y la salsa, como en Cataluña, combinando una de pimentón picante con alioli.

    Mercado Central. Plaza del Mercado, 6 (Valencia)

  8. Rausell

    rober solsona

    Probablemente es la mejor barra de Valencia, y desde luego la más popular y concurrida. En los expositores un producto de calidad que entra por los ojos, especialmente el marisco. Las patatas bravas, muy buenas, están entre sus especialidades. Bien fritas, con una salsa mixta potente que combina una elaboración de pimentón picante y un alioli.

    Ángel Guimerá, 61 (Valencia).

  9. Jubera

    En la célebre calle Laurel de Logroño hay infinidad de bares para tapear, en muchos casos con una sola especialidad. Es el caso de este Jubera, que se centra en las patatas bravas. Las sirven con o sin picante, aunque es mucho más recomendable la primera opción, y están francamente buenas, crujientes por fuera y blandas por dentro, con una salsa bien elaborada.

    Laurel, 18 (Logroño)

  10. Mesón de Gonzalo

    Una de las barras más atractivas de Salamanca, a un paso de la Plaza Mayor, con el problema de su pequeño espacio. Además del excelente jamón de la casa Carrasco, tienen fama sus patatas bravas, verdaderamente ricas, con una salsa especial, potente y muy cremosa.

    Plaza del Poeta Iglesias, 10 (Salamanca).

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