Diez series de televisión aptas sólo para gente inteligente

De «Better Call Saul» a «True Detective»

Una vez que el título de este artículo ha captado vuestra atención, quiero dejar clara una cosa: No pienso que haya series para gente inteligente, sin embargo, si es verdad que para disfrutar al máximo de algunos títulos hay que tener ciertos conocimientos y capacidades.

Evidentemente, cuanto mayor sea nuestra cultura, más aprovecharemos todas las producciones que veamos, pero estaréis de acuerdo conmigo en que no es lo mismo ver «Dos Chicas sin blanca» (aunque esta requiere nociones de argot y estar al día de ciertas tendencias) que ver «Breaking Bad», y es en esa línea en la que voy a hablaros hoy.

Los títulos que os traigo tienen un target muy definido y si bien, pueden ser vistas por todo el mundo, hay que admitir que no son las series más facilonas que podemos encontrar en televisión.

Como reza en el encabezado, mi primera propuesta es « Better Call Saul», el magnifico spin-off de «Breaking Bad» protagonizado por el tipo que se convertiría en Saul Goodman.

A simple vista, «Better Call Saul» es la historia de un desgraciado que tiene que sacar su lado oscuro para salir adelante, pero desde luego, la serie juega a tantos niveles que incluso a los más avezados se les puede pasar algo.

Así pues, para disfrutarla al máximo hay que ser capaz de enlazar cabos con «Breaking Bad», tener ciertos conocimientos de derecho y, sobre todo, empatizar con un personaje bastante más complejo que la media de los que encontramos en las series de televisión, algo que ni apetece, ni esta al alcance de todos.

Black Mirror

Esta serie antológica está repleta de crítica sobre la actual sobreexplotación de la tecnología, y como tal y que estar al tanto de lo que se mueve en dicho sector.

Además, sus historias están pensadas para aficionados a la ciencia ficción más oscura y en ella encontramos un duro y distorsionado reflejo (de ahí lo de «Black Mirror») de nuestra sociedad actual.

Por mucho que haya millones de usuarios en Facebook, conceptos como el de sistemas operativos, criaturas virtuales o inteligencia artificial no son todo lo usuales que quisiéramos pensar, y sin duda, para apreciar «Black Mirror» son términos bastante necesarios.

Cómo defender a un asesino

La original serie de abogados que nos presentaba ABC y que en España vemos gracias al canal AXN es uno de los shows más rápidos y trepidantes de los que hay en televisión, y para sacarle máximo partido hay que estar muy atento a todo y ser capaz de procesar los diferentes saltos en el tiempo que presenta. « Cómo defender a un asesino» nos cuenta al mismo tiempo escenas del futuro, del pasado y del presente, y salvo esta última (la del presente) las otras nos aparecen desordenadas para que mentalmente podamos componer un puzle bastante complejo.

Si a eso le sumamos tecnicismos legales y personajes con un nivel de mala leche tremendo, «Cómo defender a un asesino» se transforma en una serie compleja de narices.

El Ministerio del Tiempo

Mi apuesta española para este artículo es por esta magnífica serie de ciencia ficción. En ella debemos abrir nuestra mente a viajes temporales, paradojas y líneas alternativas, conceptos que por experiencia, sé que no están al alcance de todos.

Sin duda es un título pensado por y para fans de la ciencia ficción, y si ese no es tu caso y encima odias la historia, está claro que «El Ministerio del Tiempo» no es tu serie.

Fringe

Tengo que admitir que esta serie de la que estaba enamorado me defraudo en su temporada final, pero aun así es un título de culto para amantes de la ciencia ficción.

En «Fringe» nos enfrentamos a realidades alternativas, universos paralelos y muchos enigmas tecnológicos, y aunque los chicos de Bad Robot (la productora de J.J. Abrams) se esforzaron en hacerla accesible, hay momentos reservado a iniciados en este género (el ci-fi) considerado como el predilecto para cerebritos.

Hannibal

Ciencias forenses y psicología se dan la mano en esta serie que aborda al caníbal más famoso de la literatura y el cine recientes. «Hannibal» se mete de lleno en la cabeza de asesinos, violadores y otros ‘elementos encantadores’ de la sociedad, y tanto su revisión de estos desde la perspectiva de un psiquiatra y de un creador de perfiles, resultan complicados, e incluso pesados para cierto público.

En mi caso, la serie me resultaba agotadora por su afición a profundizar tanto en la psique de los personajes, pero admito que es una joya televisiva a tener muy en cuenta.

House of Cards

Aunque ahora todo el mundo habla de política en España, la serie protagonizada por Kevin Spacey trata ‘esta ciencia’ de una forma muy especial. Aunque para muchos no es más que una serie sobre un tipo que quiere llegar a presidente de los Estados Unidos de América, «House of Cards» requiere un nivel intelectual bastante alto para comprender las jugadas de Frank Underwoody compañía, y al sentarnos a verla hay que elegir si queremos disfrutar de algo grande o dejarla para ponernos otra cosa más simple.

Juego de Tronos

A ver… «Juego de Tronos» es la serie más seguida del momento junto a «The Walking Dead». Esto quiere decir que la ven gente de todo tipo, tanto lectores de la obra original, como espectadores exclusivos de televisión, pero si os paráis a pensar ¿A cuanta gente conocéis que conozca bien los nombres de los personajes, las casas familiares y las ciudades del show?

Seguro que me habéis entendido, pero es que además de este tema (el de la innumerable lista de nombres), el subfondo de «Juego de Tronos» incluye religiones, guiños a su propia cultura intrínseca (algo que se ve mucho en la música que suena en la serie) e incluso pasajes históricos que solo se muestran de soslayo, haciendo de esta una de las series más complejas a nivel narrativo de la televisión.

Sherlock

El nivel intelectual del personaje de Benedict Cumberbatch puede llegar incluso a resultar molesto, y es que pese a los elementos narrativos y gráficos de la serie, a veces es difícil de seguir el proceso resolutivo de « Sherlock». Es por eso que a mucha gente le resulta una serie mareante, y eso, sumado a que su trama se extiende en episodios enormes y temporadas muy alejadas entre sí por el tiempo, la hacen difícil de seguir, aunque como se suele decir, ¡Todo es ponerse!

True Detective

Los personajes tortuosos siempre son complejos, y sin duda, de eso saben mucho en «True Detective».

Aunque en la segunda temporada también explotaban el rollo de los personajes oscuros, en la primera quedaba patente que era una serie especialmente compleja por diversos motivos. No solo estaban las divagaciones filosóficas de Rust Cohle (Matthew McConaughey), sino que la serie estaba repleta de referencias a escritores malditos como H.P. Lovecraft o Robert W. Chambers.

Además, y si eso no era suficiente, al dividir la trama en dos periodos temporales distintos, la cosa se complicaba, y es por ello que entiendo a la perfección a mucha gente que me decía que la gente le resultaba aburrida y pesada.

Sin duda, no estaba al alcance de muchos, pero lejos de significar algo bueno o malo (no creo que una serie valga para juzgar el nivel de nadie), este tipo de shows complejos dejan constancia de la riqueza que tiene el actual mercado de series, y eso, nos gusten más o menos estos títulos, es sin duda, motivo de alegría.