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Mira en el vídeo un gameplay del juego - j.m.s.
ANÁLISIS

«Tearaway: Unfolded»: originales mundos de papel

El videojuego de plataformas en tercera persona de estética creativa, que llega a la PlayStation 4, se aleja de la vorágine de los juegos de disparos proponiendo una aventura única

MADRID Actualizado: Guardar
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Aunque originalmente apareció en la consola portátil PS Vita hace dos años, la adaptación del juego «Tearaway: Unfolded» está tremendamente bien lograda e integrada con el controlador DualShock 4, desde donde se puede interactuar de varias maneras.

A lo largo de este título desarrollado por los creadores de «Little Big Plannet», el jugador discurre por diversos escenarios recortados en papel. La originalidad de la que hace gala ese diseño papirofléxico es una de sus señas de identidad. Personajes volubles despiertan ante nosotros cuando le enchufamos nuestra luz. Con texturas representadas por cartones, cartulinas y recortes de periódicos, nos ponemos a los mandos de un simpático mensajero (Atoi o Iota, a la elección del jugador), que debe explorar los entornos de un original y creativo universo.

De hermosas panorámicas y edulcorados sentimientos, el jugador debe resolver diversos puzles para avanzar. Es un juego de coleccionables y recopilación de objetos. Pero bajo su aparente ternura también florece una lucha constante con monstruos que surgen para atormentar a la población. Pero su combate obliga a ser paciente, a tomar objetos con los que lanzarlos.

La propuesta de Media Molecule se basa en el sentimiento. El jugador que toma las riendas, probablemente de escasa edad, vive una experiencia interactiva en donde el uso del panel táctil y los movimientos del mando forjan la verdadera razón por la que uno puede adentrarse de muchas maneras en la historia. El jugador, de hecho, es capaz de personalizar los personajes con diseños en papel virtual, recortándolos y aplicarlos a su caracteres. Todo muy intuitivo.

En este juego de plataformas en tercera persona, los niveles son muy variados. Van desde acceder a pequeñas torres, superar obstáculos o anular extraños seres. Las mecánicas son muy sencillas. No podemos saltar, pero sí aprovechar los escenarios para avanzar. Por ejemplo, para llegar a la cima se puede servirse de, en ocasiones, de la llamada piel tambor para saltar.

Pero la tensión e interés de la trama, que comienza con un baile de colores, va in crescendo a lo largo de la misión. Lo que alberga este título es algo más que una evolución de armas, disparos, atormentados personajes o elementos rol. Se trata de un concepto sorprendente que va atrapando.

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