La historia de Motorola hasta su «muerte»

Nokia catapultó la telefonía móvil a su máxima expresión. Durante catorce largos años fue líder de ventas, caída en desgracia a raíz de la popularización de los llamados teléfonos móviles inteligentes, los «smartphones». A pesar de que firmas como Palm o BlackBerry pusieron en boca la oportunidad de la productividad y conectividad web, fue Apple, con su iPhone, quien revolucionó el mercado en los últimos años.

Pero, antes, mucho antes, hubo una marca, Motorola, que vivió su esplendor en plena era analógica y pasará a la historia por crear el primer teléfono móvil comercial, el DynaTAC, icono de una época. La histórica marca se eliminará para pasar a denominarse «Moto by Lenovo» para hacer referencia a los productos de alta gama que su actual propietario, Lenovo, pretende poner a disposición del mercado.

El fabricante de tecnología norteamericana ha experimentado numerosos cambios durante los últimos años. El primero de ellos comenzó cuando Google compró la división de movilidad de la compañía. La estrategia pasó por ofrecer terminales con un precio muy asequible, pero con unas cuidadas características, que han ido mejorando con el paso de los años. Más tarde, en enero de 2014, la china Lenovo adquirió Motorola y decidió mantener este mismo rumbo.

Creado en 1975 pero lanzado oficialmente en 1983, el DynaTAC era todo un «ladrillo» de 800 gramos de peso. Teniendo en cuenta que actualmente existen terminales que pesan en torno a los 150 gramos, aquel modelo era un armatoste de cuidado. Las dimensiones tampoco acompañaban (33 x 4.5 x 8.9 centímetros). Además del clásico teclado numérico telefónico, tenía nueve teclas especiales para realizar llamadas, bloquearlo o modular el volumen. Una pequeña pantalla LED daba información.

Varios años después, en 1989, vería la luz otra joya, el MicroTAC 9800x, cuyo diseño contenía una tapa que se plegaba discretamente encima del teclado. Fue el más pequeño de la época, a pesar de que se movía en unos 23 centímetros imposibles de guardar en un bolsillo de pantalón vaquero corriente. Pesaba unos 350 gramos.

El teléfono incorporaba un sistema alfanumérico junto con diversas características estándar. Un menú numéricamente organizado permitía que el usuario seleccionara las opciones para realizar las operaciones telefónicas. Se vendía por precios estratósféricos en comparación a la actualidad, más de 3.200 euros. Hubo otras versiones con pantallas LCD, que ofrecía un peculiar color verde.

Siguiendo la estela, Motorola presentó en 1994 el célebre StarTAC, cuyo diseño en forma de concha es mundialmente conocido. A diferencia del terminal anterior, este se plegaba de arriba a abajo, tapando incluso la pantalla LED/LCD. Era más pequeño y ligero que su predecesor, siendo un éxito en la época. Su precio se redujo hasta el equivalente a 1.000 euros en la actualidad, todo un logro.

Llegó, posteriormente, y en plena vorágine de la telefonía móvil, la gama Razr V3, en un momento en el que la firma americana había cedido el testigo a la entonces poderosa Nokia. Aquel terminal, lanzado en 2003, de llamativa apariencia y gran ligereza (95 gramos de peso), mantenía ese diseño «flip» que permitía plegarse, aunque tenía una pantalla exterior desde donde conocer ciertas informaciones.

Tenía un panel LCD, unas dimensiones de 98 x 53 x 13.9 milímetros, cámara y una batería de Ion-Litio de 680 mAh. A lo largo del tiempo Motorola fue modificando su diseño en diferentes versiones presentadas.

La respuesta al despegue de los «smartphones» fue el Motorola Droid, en 2007, un terminal que mantenía un teclado físico, el cual se desplegaba de forma horizontal y que se movía con el sistema operativo Android 2.2. La pantalla era táctil y ofrecía una cámara de unos 5 megapíxeles. Se comercializó en España con el nombre de Milestone, que poseía el cuerpo más delgado del mercado (entonces) con teclado QWERTY físico deslizable y un grosor de tan solo 13.7 milímetros y 165 gramos.

Su pantalla panorámica tiene un tamaño de 3.7 pulgadas y una resolución de 854 píxeles de ancho y más de 400.000 píxeles en total. Asimismo, el navegador es compatible con el emergente con HTML5; unas características que lo convierten en el terminal «definitivo» para navegar por internet, según promete. Además, ofrecía todos los servicios integrados de Google como la navegación GPS a través de Google Maps, además del sistema de navegación MotoNav de serie. Su batería, de 1.400 mAh, prometía una jornada copleta.

En los últimos años, Motorola ha revolucionado el mercado de la gama media y baja con terminales de prestaciones potentes y precios contenidos. De hecho, sus ventas han crecido en todo el mundo, también en España, gracias a modelos como el Moto G y el Moto X, que son algunos de los más vendidos en nuestro país.

La compañía ha ido mejorando las cámaras de sus dispositivos progresivamente y ha escalado muchos puestos con sus últimos modelos ofreciendo una calidad óptima en relación con el precio de los terminales. El Moto G de 2015 ha subido de 8 a 13 megapíxeles en la cámara principal y de 2 a 5 en el caso de la frontal. Además, incorpora un sensor Sony IMX 214, que consigue imágenes de mejor calidad, con una mayor resolución y unos colores más conseguidos.

Por su parte, en el caso del Moto X Style, cuenta con una cámara principal de 21 megapíxeles que ofrece una calidad sorprendente, especialmente si tenemos en cuenta el precio del terminal. Los Motorola utilizan versiones de Android sin modificar como sí hacen la mayoría de los fabricantes, como Samsung, el mayor impulsor de la platafomra de Google en los últimso años.