El Papa invita a las mujeres a «educar al mundo en la fraternidad universal»

Ante un mundo global con demasiados traumatismos, el Papa Francisco ha pedido el viernes «un mayor reconocimiento de la capacidad de la mujer para educar en la fraternidad universal» con el objetivo de «reflejar mejor la unidad sustancial de la familia humana».

En un encuentro con los miembros, consultores y colaboradores del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso —que ha dedicado dos jornadas a reflexionar sobre «El papel de la mujer en la educación a la fraternidad universal»—, el Santo Padre ha lamentado que «las mujeres figuran entre las victimas más frecuentes de la violencia ciega».

El Papa reconoce que «la aportación de la mujer en el campo de la educación es inestimable» y, por lo tanto, también su papel en la «educación a la paz», urgente en el mundo en que vivimos.

Francisco ha subrayado que «las mujeres pueden hacer mucho por la promoción del espíritu de fraternidad universal con su convicción de que el amor es la única fuerza que puede hacer el mundo más habitable para todos».

El Santo Padre ha reconocido que «con frecuencia, las mujeres se involucran más que los hombres en el ‘dialogo de la vida’ con personas de otras religiones, y así contribuyen a una comprensión mejor de los desafíos de una realidad multicultural».

En las dos jornadas de debate del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, la profesora Nuria Calduch-Benagés, de la Pontificia Universidad Gregoriana, resaltó el papel de un personaje femenino, «la Mujer Sabiduría», que aparece sobre todo en los libros de los Proverbios y de la Sabiduría,

A su vez, Clare Amos, directora de cooperación interreligiosa en el World Council of Churches (WCC), afirmó que «hoy se nota una fuerte necesidad de fraternidad universal y reconciliación: ente judíos y árabes, entre las religiones judía, cristiana y musulmana, entre las tradiciones oriental y latina del cristianismo».

«Unidad de la familia humana»

Señaló también «la necesidad de reconciliación entre hombres y mujeres, entre lo masculino y lo femenino, por la importancia de trabajar juntos para favorecer la reconciliación del mundo en general».

El principio de «unidad de la familia humana» fue parte destacada de las enseñanzas de los papas del siglo XX, sobre todo de Pio XII, ante el avance de la ideología racista del nazismo.

También ha sido un elemento central de la enseñanza de Juan Pablo II, quien viajó por todo el planeta reuniéndose con personas de todas las religiones siguiendo el camino del diálogo indicado por el Concilio Vaticano II.

El Papa Francisco insiste en estos temas ante el modo en que una serie de intereses económicos y de predominio regional han creado una «Tercera Guerra Mundial a trozos» que intentan extender ahora a países como Irán.