Los ftalatos y otras sustancias químicas bajo sospecha

Nuestro entorno más inmediato, en el que pasamos la mayor parte del tiempo, está invadido por la química sintética. En 1930 el hombre producía un millón de toneladas anuales de sustancias químicas; en 2001 ya eran más de 400 millones de toneladas; y desde entonces la industria química ha multiplicado exponencialmente su volumen de producción.

Muchas de esas sustancias son neurotóxicas, inmunotóxicas, cancerígenas o disruptoras hormonales, pero hay muchas más sin estudiar y nadie se detiene a analizar el «efecto cóctel» que provocan al combinarse, denuncian desde la Fundación Vivo Sano. Ftalatos, retardantes de llama, compuestos perfluorados, alquilfenoles, bisfenol A, metales pesados o compuestos orgánicos volátiles son algunas de esas sustancias.

En el registro REACH de la Unión Europea constan 143.835 sustancias sintéticas, de las que ni siquiera un 1% ha sido estudiado adecuadamente. Están presentes en productos tan cotidianos como los de aseo personal, cosméticos, limpieza, alimentos, muebles o menaje, al amparo a veces del secreto comercial que permite a la industria un etiquetado sin demasiados detalles.