Un hombre observa el temporal de nieve en la localidad de Boñar (León)
Un hombre observa el temporal de nieve en la localidad de Boñar (León) - EFE

Frío y nieve en el invierno más cálido

El primer temporal del año, ha dejado aulas cerradas, carreteras cortadas y ríos desbordados en varias zonas de España

SANTIAGO/BILBAO/MADRID Actualizado: Guardar
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El primer temporal de nieve y lluvia del invierno ha llegado con mucho retraso, casi cuando ya no se le esperaba. En las zonas montañosas de Lugo y Orense cerca de dos mil niños no han podido ir al colegio; en el norte, la AP-67 que une la meseta con Cantabria, estuvo cortada varias horas a la altura de Arenas de Iguña; y en las dos Castillas, el Júcar se desbordó en Cuenca y el Arlanza en Burgos. El cálido invierno que estábamos teniendo -Aemet confirmó que enero fue el mes más caluroso desde 1961, año desde el que se tienen registros de todos los observatorios de España- parece haber pillado desprevenidos a todos.

Sin restar gravedad a la situación de algunos municipios, los alcaldes del interior de Galicia contextualizan los efectos del temporal que sufrieron sus localidades y ven la llegada de la nieve y el frío como algo propio de la estación.

«Lo que no es normal es que no nieve», aseguraba Domingo Diéguez, teniente de alcalde de A Pobra de Trives (Orense), una de las localidades más castigadas por este temporal. Tras amanecer cubiertos por una capa de nieve, el pueblo de 3.000 habitantes quedó aislado por unas horas. Ayer por la tarde sólo tenían dificultades de acceso las aldeas más alejadas del núcleo urbano.

Medio metro de nieve

En términos similares se manifestó el alcalde de la localidad montañosa de Pedrafita do Cebreiro (Lugo), José Luis Raposo. «Lo más complicado fue el viento y la nieve durante toda la noche del domingo al lunes», explicó el regidor. Raposo añadió que «con el paso de las horas todo vuelve a la normalidad, pero la capa de nieve en algunos lugares es de 50 centímetros». Los vecinos tienen dificultad para comunicarse con algunas aldeas y por la noche se han producido cortes de luz.

En toda la cornisa Cantábrica la nieve se ha ido acumulando estos días. Y también en el País Vasco. «Llevo toda la tarde de viaje, por la zona de Vergara y Mondragón, y ahora acabo de llegar al alto de Etxegarate. He tenido que llevar a mis padres al médico, no me quedaba más remedio», relataba Lourdes, una vecina de Legorreta (Guipúzoca). «Hacia las tres ha habido problemas en la localidad de Descarga. Hemos tenido que bajar suave, suave el puerto. En primera. Había caído una tromba de granizo y nieve. He visto un accidente en Ormáiztegui, al ir, y ahora otro al volver. Al conductor del segundo se lo han llevado en ambulancia. No he pasado miedo porque tengo un 4x4. Si me llegan a hacer falta cadenas, apaga y vámonos».

Ríos desbordados

Si el frío ha hecho estragos en el norte, en la meseta y el centro las lluvias también han generado importantes daños. La localidad de Salas de los Infantes, en Burgos, recupera poco a poco la normalidad después de que una repentina avenida de los ríos Arlanza y Ciruelos pusiera en jaque a todos los vecinos y visitantes. Una vez que el agua ha vuelto a su cauce, todos los esfuerzos de los vecinos y comerciantes afectados se centran en las labores de limpieza.

Este es el caso de la Mercería Relojería Romero, donde el agua alcanzó un nivel de 40 centímetros. «Por desgracia esto no es nuevo para mí. Llevo al frente de la tienda 43 años y han sido varias inundaciones las que hemos sufrido», recuerda una Isabel en cuya cara se evidencia el cansancio acumulado. «Esta vez ha sido peor», explica, ya que el agua no solo ha entrado en la tienda sino también en la casa.

«Me ha destrozado el comedor, la caldera no me funciona, el sofá está para tirar y en la cocina hay electrodomésticos afectados», lamenta Isabel. «Lo que pudimos lo sacamos a cubos y cuando la cosa remitió ya en las calles, sobre las once de la noche, vinieron los bomberos para sacar el agua con una motobomba», concluye.

Pescador desaparecido

Lo peor del temporal se ha vivido en Cantabria, donde la búsqueda del vecino de 73 años de Noja, desaparecido el pasado sábado en la costa de Islares (Castro Urdiales) concluyó ayer, nuevamente, sin éxito. Es el segundo pescador que desaparece en Cantabria en una semana.

Las labores para rastrear hasta el Super Puerto de Bilbao, continuarán hoy, informa Rocío Fernández Ortíz. «Las condiciones meteorológicas parece que mejoran, lo que va a permitir aportar medios por tierra, mar y aire. Se espera que mañana acudan a la zona embarcaciones, los helicópteros de Salvamento Marítimo y el Gobierno de Cantabria alternando vuelos de rastreo y, de nuevo, efectivos por tierra», explica a ABC el director general de Protección Civil y Emergencias del Gobierno de Cantabria, Luis Sañudo.

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