Los plazos apremian al tranvía pero los acuerdos continúan sin llegar

En marzo de 2017, el tranvía debe estar ya prácticamente listo para entrar en explotación y lo que más preocupa a la Junta de Andalucía es la necesidad de cerrar acuerdos para que se convierta en una realidad. El más inmediato es el convenio que debe firmar el Ayuntamiento de San Fernando para la construcción de la subestación que suministre de energía a los vehículos. El problema reside en que las obras se pueden extender más allá de año y medio, por lo que de no comenzar los trabajos antes de que acabe el año puede ser complicado llegar a tener todo bien cerrado para esa fecha.

El anterior alcalde, José Loaiza, dejó claro que no firmaría ese documento hasta que se garantizase la urbanización del polígono industrial de Janer, trámite que está prácticamente solventado, pero aún así la llegada de un nuevo Gobierno, esta vez socialista, hizo que desde la Administración regional se respirase al salvarse este escollo.

Pero hace ya cuatro meses que Patricia Cavada está en el Ayuntamiento y aún no ha comenzado la actuación que debe dotar de energía este proyecto.

Aunque lo que más inquieta a la Junta es la paralización que existe con respecto a los acuerdos que dependen con Fomento. Así lo expresó ayer el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, en comisión parlamentaria. López pidió «un último esfuerzo» al Ministerio para poder cumplir son los plazos y que en marzo de 2017 la actuación esté ya lista para que los vehículos puedan entrar en funcionamiento.

La intención de la Junta es que sean ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) y Renfe (Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles) los operadores encargados del mantenimiento de la infraestructura tranviaria así como de la gestión de la maquinaria.

En noviembre del pasado año, parecía que se daba un primer paso al permitir que el tranvía llegara a San Fernando para que acometiera su primera fase de prueba urbana. Pero a principios de año la situación se complicó, puesto que no se le dio permiso para realizar su segunda fase en abril.

No hay novedad al respecto ni se sabe cuándo se podrá volver a ver de nuevo al tranvía circulando por la ciudad. Lo que sí es cierto es que tampoco está bloqueado, puesto que se han retomado las conversaciones entre las diferentes instituciones y se espera ahora para ver cómo se puede resolver. De ahí el último esfuerzo que pide el consejero.

Claro que también es consciente de que la época no es la más propicia para resolver asunto al estar señalada la fecha para las elecciones generales el próximo 20 de diciembre. La campaña puede ralentizar la posibilidad de cerrar acuerdos o de dejarlos sobre la mesa ante la posibilidad de que un nuevo ejecutivo entre y tenga planes diferentes.

Cambio de criterio

Eso fue precisamente lo que ya le pasó al proyecto hace cuatro años, cuando tenía los acuerdos listos para firmar y no se rubricó ante la llegada de nuevos comicios generales y el pensar que todo estaba ya más que cerrado. El Partido Popular llegó y cambió los parámetros y el acuerdo alcanzado ente la Junta y el anterior Gobierno nacional (ambos socialistas) se cogió con pinzas para finalmente guardarse en un cajón, ya que no se consideraba ni que Renfe ni ADIF debieran operar un tranvía, aunque este caso sea peculiar al tratarse de un vehículo interurbano con capacidad para superar los 100 kilómetros hora.

De hecho hay tramos que debe coger por la vía ferroviaria y compartirla con trenes de larga y media distancia. Tampoco se sabe todavía si esto podrá ser o no. ADIF no ha dado su permiso para que se finalice la conexión del salto del carnero por el que el tranvía para de la plataforma tranviaria a la ferroviaria. Sin este permiso el tranvía no puede llegar a Cádiz y solo circularía e Chiclana a San Fernando.

Lo que se ha descartado es el cierre del anillo ferroviario en la Bahía puesto que el segundo puente no contempla plataforma tranviaria, debido a que la Junta primero solicitó un espacio para poder meter las vías pero después decidió aparcar la actuación. Muchas incógnitas mientras que los meses avanzan y los plazos se ajustan.