De Gea espera portar el «uno» del Real Madrid
De Gea espera portar el «uno» del Real Madrid - reuters
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De Gea presiona para escapar de Van Gaal

No renovó con el united porque el técnico no confiaba en él. El club inglés le reserva ya. No juega. Valora su trapaso. El Madrid «espera»

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La intrahistoria de la situación de David de Gea tiene argumentos de peso que provocaron el deseo de un cambio de timón en el destino de su carrera deportiva. Fichado por el Manchester United en 2011, el español se ha asentado en una liga tan difícil como la Premier, donde el fútbol aéreo es una condena continua para los porteros. El guardameta ya fue elegido mejor jugador del Manchester United hace dos temporadas, no solo en esa última. Pero la llegada de Louis van Gaal al club en julio de 2014 rompió el ambiente que De Gea disfrutaba en Old Trafford. El portero se sentía a gusto en Inglaterra. Reconocido por una afición muy respetuosa. Era un ídolo. El nuevo entrenador, sin embargo, explicó a los dirigentes ingleses que el madrileño no le convencía como portero.

Solicitó el fichaje de Keylor, triunfador en el Mundial. El Real Madrid se anticipó al contratar al costarricense. Y De Gea decidió que su futuro no estaba allí.

El club blanco conoció la situación del madrileño y sedujo también al mejor futbolista del Manchester. Era el relevo idóneo para marcar una nueva época tras la protagonizada por Íker Casillas. De Gea, criado en Illescas, dio un paso al frente en su difícil reto de abandonar el club inglés: fichó a Jorge Mendes como su representante. El objetivo era obtener vía libre para marcharse. Solo el portugués podría conseguirlo. El nuevo apoderado le prometió que terminaría en el Madrid. Ahora ha vuelto a pujar duro ante Ed Woodward, director ejecutivo del United, para alcanzar esa meta este verano, sin esperar a recibir la carta de libertad en julio de 2016.

Mendes intenta hacer realidad que, tras el enfado inicial por esta «victoria» del club blanco, Van Gaal y Woodward recapaciten y acepten los 25 millones que «el Real» ofrece como traspaso para un futbolista que será libre en once meses. Ambos asumen ya que quizá sea conveniente el traspaso. El holandés admite que tampoco le alineará en el segundo partido de pretemporada. Lo reserva, a la espera de acontecimientos. Y piensa en fichar a Oblak y al argentino Romero.

La desconfianza de Van Gaal respecto a De Gea abrió hace un año una brecha que ha vivido múltiples capítulos desde entonces en un intento baldío de conseguir su continuidad en Old Trafford. El United quiso reconducir el error de su técnico. A lo largo de la pasada campaña, el holandés se dio cuenta de su equivocación. No valoró el nivel del guardameta. Comenzó una secuencia que no tenía viabilidad de éxito. El Manchester le presentó dos suculentas propuestas de renovación a lo largo de la temporada. De Gea las desestimó. No se fiaba.

La idea de ser el futuro icono de la portería del Real Madrid era irrechazable. Jugar en la Liga española y convertirse en un baluarte del equipo blanco sería su catapulta para sustituir también a Casillas en la selección española. Tiene 24 años y es el momento de llegar al Real Madrid y enmarcar una época. Ese es el fin.

El club británico se ha sentido molesto con la entidad madridista por la próxima pérdida de su «goalkeeper», sea ahora o dentro de once meses. Pero en el viejo Trafford ya hacen autocrítica. Van Gaal cometió un fallo de actuación. No le gustaba el estilo que encarna De Gea y después se dio cuenta que era mejor no haber hablado y esperar la llegada de otro jugador para ese puesto. El madrileño demostró que era titular por méritos propios. Y el desaire hizo mella en el ambiente.

De Gea ha expuesto rotundamente que no renovará y elude cualquier nueva oferta de su actual equipo. No recurrirá al «transfer request» porque esa petición de traspaso solo sirve para hacer pública una intención ya conocida por todas las partes. No obliga contractualmente a nada al Manchester en una liga que no aplica generalmente cláusulas de rescisión a los futbolistas.

El club inglés ha enmarañado este caso con ofertas a Cristiano, Bale, Benzema, Ramos y Keylor por segunda vez, tras el intento del año pasado.

Si Ed Woodwardel acepta por fin el adiós de David de Gea, el entrenador holandéspuede cumplir su idea inicial: contratar a Keylor. Costaría los diez millones que la casa blanca satisfizo al levante hace un año. El canje con el costarricense es la única operación que el Real Madrid admitirá en este litigio. Fue el mejor «arquero» del Mundial de Brasil y con su cartel no podría quedarse otra temporada en la suplencia, en este caso a la sombra del nuevo fichaje. El número «uno» otorgado al centroamericano en la plantilla madridista, tras portar el «trece» el año pasado, está bien planificado. De Gea recibiría ese dorsal.

Es el reto de Jorge Mendes. Mientras, el Real Madrid se encuentra «a la espera». No hará ningún movimiento más. Ha manifestado al Manchester que ya conoce su propuesta máxima, 25 millones, y no hará ninguna otra. El representante portugués mueve los hilos para que impere el sentido común. Van Gaal acepta ya que buscan uno e incluso dos porteros. A los mencionados Keylor, Oblak y Romero añade en la lista a su compatriota Cillessen.

Si Oblak es el elegido, Ed Woodward deberá abonar su cláusula de rescisión, 45 millones. Esa hipótesis de contratación abriría una cadena de fichajes. El Atlético, en ese caso, tiene en la recámara el regreso de Roberto Jiménez, el exguardameta rojiblanco que triunfa en el Olympiacos.

El Manchester tiene en su mano estos movimientos en cadena. De Gea espera comenzar ya un reto insuperable: ser el sucesor de Casillas.

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