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Gastronomía

Los «cocinillas» de Dos Hermanas que no paran de cosechar premios

Acaban de hacerse con la segunda distinción de un concurso de recetas de cangrejo rojo, que se suma a otros galardones conseguidos en el último año

Dos Hermanas Actualizado: Guardar
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Luis Felipe Palomino Granados y José Antonio García Andrés son dos vecinos de Dos Hermanas aficionados a la cocina, que llevan acumulados ya varios éxitos desde que un día se armaran de valor y decidieran presentarse a un concurso gastronómico. Aquella primera vez lo hicieron por curiosidad, animados por sus familiares y sin pretensiones de lograr nada, simplemente para disfrutar de su pasatiempo favorito fuera de casa. Sin embargo, su buen hacer frente a los fogones ha sido ya reconocido en varias ocasiones por los jurados de distintos concursos de cocina organizados en la provincia de Sevilla.

El último galardón ha sido el otorgado en el XII Concurso de Recetas Creativas del Cangrejo Rojo de Río, organizado por el Ayuntamiento de Isla Mayor, en el que se han llevado el segundo premio, dotado con 200 euros, por su receta de salteado de cangrejo rojo de río y alioli gratinado sobre socarrat de quinoa con tinta de calamar.

Ambos se presentaban por segunda vez a este certamen, que cuenta con participantes profesionales, llevándose en la edición de 2015 también el segundo premio con su plato de arroz meloso con cangrejos de río y plancton marino.

Pero no son las únicas distinciones que han conseguido estos dos nazarenos. El pasado mes de mayo lograron el primer premio en el XIV Concurso de Recetas Tradicionales de Arroz de Prodetur con la receta de arroz cortijero con solomillo ibérico y foie de pato, mientras que en la edición de 2015 de este mismo concurso obtuvieron también el segundo premio por su arroz meloso con cangrejos de río.

Pese a tanto premio y distinción en tan poco tiempo, ninguno de ellos traspasa la línea que separa la afición del mundo profesional. José Antonio, periodista y consultor de comunicación, y Luis Felipe, ingeniero y empresario, tienen claro que lo suyo es meramente un «hobby», al menos por el momento. «No vamos a decir que no hemos fantaseado con la posibilidad porque la cocina es algo que nos apasiona pero, con la mano en el corazón, cada uno tiene una orientación laboral muy específica totalmente distinta a la de la hostelería», confiesan.

«Cocinillas» en sus ratos libres

Se reconocen unos «cocinillas», a los que les gusta investigar y probar con nuevos sabores. A ambos les interesa el mundo de la gastronomía desde siempre, aunque en el caso de José Antonio su incursión en los fogones vino motivada más bien por una necesidad. «A mi mujer le detectaron una intolerancia alimenticia y desde entonces me fui aficionando a adaptarle recetas o productos que no existían en el mercado», explica. De una forma u otra, está claro que aunque por el momento no piensen dar un paso más allá en el mundo gastronómico, sí quieren continuar participando en todos los concursos y certámenes que puedan. «Es un no parar porque te pica el gusanillo y se disfruta mucho», asegura Luis Felipe.

Los que sí disfrutan de sus platos con frecuencia son sus amigos y familiares. «Es un gustazo cocinar para los demás. Alguien dijo una vez que cocinar para otra persona es una forma de decirle que la quieres», asegura José Antonio. «Para mí es un halago que quieran probar tus platos», añade Luis Felipe.

En sus conversaciones vía «WhatsApp» siempre se cuela alguna que otra nueva receta de cocina y ya piensan en cuál será su próximo reto frente a los fogones de algún otro concurso gastronómico que se celebre. Está claro que juntos forman un tándem perfecto que ha sabido conquistar los estómagos no solo de sus más allegados sino también de varios jurados de certámenes de cocina.

Ellos insisten. Su vinculación con el mundo de la cocina es absolutamente amateur, aunque la pasión y empeño que le ponen a cada plato que cocinan está ya más que contrastada. Ambos pertenecen, además, a la asociación gastronómica-cultural Vivancos, una agrupación de una veintena de nazarenos que nació hace dos años con objeto de dar respuesta a intereses comunes culturales, gastronómicos y turísticos, y que toma su nombre de la conocida bodega de vino de La Rioja. 

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