Aylén, la eterna novia despechada de «GH VIP»

Aylén llegó a Guadalix de la Sierra dispuesta a reconquistar a su novio en «GH VIP». El acercamiento de Marco y Alyson mantenía desquiciada a Aylén en el exterior, que aseguró que hasta había perdido peso dándole vueltas a lo que estaba sucediendo en la casa. Con la excusa de que no se había sentido respetada por su pareja, aunque nunca le fue infiel, la modelo fue invitada por Jordi González a instalarse en la casa por unos días.

El triángulo amoroso de «GH VIP» que se estableció entre la invitada, su novio y la americana, despertó el interés del público y «¡boom!» el programa decidió proponerle a Aylén la posibilidad de convertirse en concursantes oficial.

Como era de esperar, el resultado de la votación popular estableció que Aylén podía quedarse en Guadalix como concursante de pleno derecho. Esta última parte es la que la modelo ha parecido olvidar. La argentina ha decidido que su paso por el programa siga estrechamente vinculado a su novio, persiguiendo al italiano por la casa, manteniendo encuentros íntimos por la noche y así, directamente, renunciar al maletín.

Escenas de celos que rozan lo enfermizo, en los que Aylén acaba llorando porque su novio comparte conversaciones con otra mujer hacen que no solo Marco esté empezando a hartarse, sino que el público también.

El papel de «novia despechada» empieza a saturar. Los celos de Aylén no tienen justificación y menos cuando intenta provocar una reacción en su novio asegurándole que durante su ausencia ha «hecho nuevos amigos». La modelo pretende que su novio viva los mismos celos que siente ella cuando observa desde fuera la amistad del italiano con Alyson, y lo único que consigue es ponerse en ridículo.

Si Aylén no está dispuesta a ejercer de concursante, si no quiere meterse en el juego y se va a dedicar a ser la sombra de Marco, preferimos que abandone cuanto antes el programa y permita que su novio siga disfrutando de una experiencia que comenzó a vivir en solitario.