Un triángulo amoroso inventado para corregir el rumbo de «GH VIP»

La vuelta de Aída Nízar, por medio de la repesca, y la expulsión de Alejandro Abad este jueves no han sido un revulsivo lo suficientemente fuerte como para dar un empujón a este aburrido «Gran Hermano VIP». Es por ello que la dirección del programa ha buscado cómo crear una nueva situación de choque que anime a la audiencia a seguir pendiente de la vida en directo.

Fue Jordi González el encargado de comunicar a Aylén, la novia de Marco, que si lo deseaba el próximo domingo podría trasladarse a la casa de Guadalix de la Sierra para enfrentarse cara a cara con su pareja y pedirle explicaciones por el evidente acercamiento que mantiene con su compañera de reality Alyson Eckman.

Seguramente muchas novias hubiesen aceptado el reto en el momento y hubiesen puesto rumbo a Guadalix sin mirar atrás para reavivar la llama de su relación. Pero, Aylén parece más dispuesta a ser testigo desde fuera y ver si su novio es capaz de engañarla delante de toda España con Alyson, una situación que le daría la razón y por la que acabaría como la gran víctima colateral de la presente edición del programa de telerrealidad. Por ello, pidió tiempo para pensarlo y no conoceremos su decisión hasta el momento de «El Debate».

Si entra en la casa, el rumbo del programa cambiaría por completo. Veríamos a Marco alejarse de Alyson y renunciar a su amistad para entregarle todo su tiempo a su novia. La duda es ver como la americana se tomaría la entrada en la casa de la chilena, que aunque ha asegurado que su interés con el italiano es solo por amistad, algo que seguimos sin creernos, podría ver como una amenaza la llegada de su novia.

Así, «GH VIP» fuerza un triángulo amoroso entre los concursantes de la quinta edición del programa, un recurso que siempre ha funcionado en el reality show.