La vida da un giro para Diane Lockhart cuando un escándalo de corrupción la deja sin fondos para su jubilación. Un fraude que también salpica a Maia Rindell, su pupila e hija del acusado. Ambas deberán empezar de cero y recuperar su prestigio perdido.
Diane y Maia afrontan sus primeros días como parte del bufete Reddick, Boseman & Kolstad, pero saben que no es un camino de rosas. Mientras Maia sigue lidiando con el acoso de antiguos clientes de su padre, ella y Lucca se sumergen en un nuevo caso.
Adrian y Barbara se enfrentan a una crisis por la posible retirada de uno de sus mayores clientes por razones políticas. Mientras tanto, Diane defiende un caso relacionado con terrorismo islámico junto a Lucca. Maia visita a su padre en prisión.
Diane y Lucca representan a una superviviente de cáncer de ovario que busca obtener la custodia de los embriones que donó antes de su enfermedad. Maia es víctima del acoso en redes sociales. Mike Kresteva (Matthew Perry) hace una visita.
Lucca debe defender a un productor y guionista de televisión en un conflicto por 'copyright' que se relaciona directamente con el presidente de EE UU. Diane busca la forma de aportar su parte del capital. Mike Kresteva sigue apuntando al bufete.
Recién llegado al bufete, Neil Gross encarga elaborar unos complejos términos de uso para sus servicios web con el fin de bloquear comentarios racistas, sexistas y misóginos. Reddick, Boseman & Kolstad se topa entonces con un polemista de derechas.
Mike Kresteva está decidido a poner contra las cuerdas a Boseman, Reddick & Kolstad, y las citaciones a juicio no paran de llegar a casa de los socios. En medio de esta batalla, deben averiguar el verdadero motivo de esta inesperada caza de brujas.
El bufete recibe la visita de su más veterano socio fundador, Carl Reddick, quien se empeña en que la oficina necesita volver a sus orígenes. Mientras tanto, afrontan el caso de un pastor local acusado de abusos sexuales.
Diane y Adrian se ven envueltos en otro caso de brutalidad policial, pero esta vez como abogados de una polémica cara conocida: Colin Sweeney. Mientras tanto, Lucca representa a Maia en una tensa entrevista con una investigadora del FBI.
El bufete se ve involucrado en un caso de ciberterrorismo que pone a Lucca indirectamente en el estrado. En su intento por defenderla, Maia encuentra una oportunidad de mostrar el carácter que Boseman y Kolstad le echan en falta.
