Luz de gas

20 años atrás, la anciana sra. Barlow fue asesinada en su casa del 12 de Pimlico Square por un criminal que registró toda la vivienda en busca de unas fabulosas joyas, sin encontrarlas. El lugar ha estado vacío desde entonces, hasta que los recién casados Paul y Bella Mallen lo convierten en su nuevo hogar. Bella es una joven algo desequilibrada. O al menos es dice su flamante esposo. Pero B.G. Rough, un policía retirado que hace 20 años se ocupó del caso y aún tiene la espina clavada, cree reconocer en él a Louis Barre, el sobrino de la difunta sra. Barlow, y empieza a husmear a su alrededor.

Primera versión de la obra de Patrick Hamilton en la que un hombre intenta volver loca a su esposa para poder encontrar unas joyas ocultas en algún lugar de su casa. Una electrificante atmósfera, unas deliciosas interpretaciones y un sucinto pero expresivo sentido de la maldad y la locura, escondido tras una apariencia de normalidad, hacen de esta película una obra muy apreciada por la crítica. Parece que la Metro intentó destruir los negativos de esta versión cuando rodó su ‘remake’, “Luz que agoniza”, con Ingrid Bergman y Charles Boyer como protagonistas. Por suerte, no lo lograron.