La cortina de humo

En plena campaña electoral, el presidente de los Estados Unidos protagoniza un escándalo sexual con una menor. Desesperados, sus asesores deciden inventar una guerra entre su país y Albania para desviar la atención de la opinión pública. Para ello, contratan a un productor de Hollywood.

Un guión de David Mamet que adapta una novela de Larry Beinhart y propone una reflexión sobre los medios de comunicación, la política y la manipulación que ambos pueden ejercer en la opinión pública. A pesar de la profundidad del tema, el director Barry Levinson lo retrata desde una perspectiva irónica, lo que aumenta la sensación de que el filme es una sátira de la realidad del momento. Y es que la película se estrenó en pleno escándalo protagonizado por Bill Clinton y la becaria Monica Lewinsky y, aunque Levinson insistió en que el filme no era un reflejo de este suceso, fue inevitable establecer paralelismos.

La película supuso el segundo encuentro de dos mitos del cine, Robert De Niro (como el asesor del presidente) y Dustin Hoffman (dando vida al productor) tras su fugaz colaboración del año anterior en "Sleepers".