Buscando a Dory

Dory lleva una apacible vida en el arrecife junto a Marlin y su hijo Nemo. Pero durante una excursión sus problemas de memoria desaparecen por un instante y recuerda que tiene una familia. Por ello, emprende un viaje para reencontrarse con sus padres. 13 años después de conocer a Dory en la oscarizada "Buscando a Nemo", este entrañable pez cirujano regresa a la gran pantalla. Pese a la tardanza de secuela, la cinta se sitúa tan solo un año después de que Dory conociera a Marlin y a Nemo, y la pérdida de memoria a corto plazo del animal deja de ser algo divertido para convertirse en un preocupante problema. Destaca la incorporación de Hank, un malhumorado pulpo de tan solo siete tentáculos. Los responsables de animación se dieron cuenta que no cabían las ocho patas en el cuerpo que habían diseñado. Por ello, reescribieron su historia para poder justificar la extremidad perdida. Lo cierto es que los estudios Disney Pixar no escatimaron en continuar con las aventuras de este grupo de seres acuáticos. El enorme presupuesto de más de 180 millones de euros (su predecesora costó menos de la mitad) se vio bien amortizado ante el billón de euros recaudado en las salas de todo el mundo.