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El 15 de julio de 2013, Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular, fue trasladado desde la prisión de Soto del Real hasta la Audiencia Nacional. Allí, volvería a prestar declaración ante el juez Pablo Ruz.

Gracias al micromecenazgo, David Ilundáin ("El Comisario") consiguió llevar a la gran pantalla esta película que explica la declaración de Bárcenas, en la que admitió que todo lo que había declarado durante meses en la causa sobre sus papeles era mentira, y que se disponía a contar la verdad. En su debut como director de largometrajes, Ilundáin adapta la obra teatral "Ruz-Bárcenas" de Jordi Casanovas, en la que se hacía una transcripción literal del interrogatorio que le hizo el juez al antiguo tesorero popular.

Claustrofóbica y cercana al documental, destaca el trabajo de Pedro Casablanc ("Policías, en el corazón de la calle"), que obtuvo el reconocimiento de la crítica con una candidatura al Goya al mejor actor protagonista. El filme también fue nominado al mejor guion adaptado y al mejor actor de reparto (Manolo Solo).