El Jardín de La Máquina
El Jardín de La Máquina - LA MÁQUINA

El Jardín de La Máquina: más espacio, misma filosofía

El edificio, completamente reformado, albergó durante años a un clásico, La Leyenda

MADRID Actualizado: Guardar
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Quince restaurantes en Madrid. El imperio gastronómico creado por Carlos Tejedor no para de crecer. El último es este Jardín de La Máquina que rápidamente ha obtenido el éxito de clientela de los otros catorce. Pese a su gran tamaño registra llenos diarios, que en los fines de semana se convierten casi en aglomeraciones ya que dan de comer hasta a 250 personas. El grupo La Máquina ha hecho una gran inversión en este enorme espacio situado a orillas de la carretera de La Coruña y de la M-40, todavía en el término municipal de Madrid. El edificio, completamente reformado, albergó durante años a un clásico, La Leyenda. Una profunda transformación lo ha dejado con un aire rústico pero actual, sin estridencias, dividido en distintas zonas, desde la gran barra central hasta la terraza en los jardines y varios comedores interiores.

El Jardín de La Máquina responde a las tres claves en las que se sustenta la filosofía de la familia Tejedor: gran producto, buena parte del cual compran directamente en las lonjas; cocina tradicional, basada en elaboraciones sencillas y en la recuperación de guisos y otros platos populares; y especial cuidado en el trato a los clientes. Nunca falta la cuchara, empezando por una fabada (16) que atestigua el origen del fundador y siguiendo por el cocido (26) que se ofrece los jueves, o las verdinas con bogavante (16) de los lunes. Y tampoco falta algo de marisco, desde gambas blancas (14, 100 gramos) a la plancha o hervidas, hasta las rojas procedentes de la lonja de Jávea (14,50, 100 gramos). Sobre la base de buenos proveedores, la calidad raramente defrauda. Las coquinas (17,50) llegan de Isla Cristina y se hacen a la plancha con aceite de oliva virgen extra. No son grandes, pero están bien limpias y con sabor.

Este apartado de entradas es probablemente lo mejor de la casa. Empezando por esa ensaladilla rusa (10,20) que es una de las mejores que se pueden comer en Madrid. Ricas las patatas bravas hojaldradas (8), presentadas en forma de «sticks». Entre las pocas novedades que encontramos en la carta destacan unos buenos huevos de pollita de corral, fritos con su puntillita y acompañados con pisto y patatas fritas en dados (12). De los guisos tradicionales están francamente bien las albóndigas (16,50), muy jugosas. Nos decepcionan, por el contrario, las cebollas rellenas de bonito (12). Piezas demasiado grandes, complicadas de comer, que además llegan poco guisadas y por tanto algo duras. No nos gusta nada tampoco en este plato ese absurdo cordón de balsámico, impropio de un restaurante de esta categoría.

Albóndigas en salsa española
Albóndigas en salsa española - LA MAQUINA

Hay siempre una buena oferta de pescados de calidad (entre 22 y 29): merluza, lenguado, rodaballo, pixín (rape)... a la plancha o la brasa. Y entre las carnes, un entrecot de vaca de dehesa (24). Pieza muy tierna y con buena presencia, pero corta de sabor. Los postres, todos caseros, alternan entre lo popular y lo clásico. Las mejores opciones son las que responden al origen asturiano de los Tejedor, empezando por un arroz con leche requemado bastante conseguido y siguiendo por una agradable compota de manzana caramelizada con helado de vainilla (6). La bodega, tan tradicional como la cocina, se adapta bien al tipo de clientela que tiene el restaurante.

Lo mejor: Las entradas.

Precio medio: 65 €.

Calificación: 7,5.

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