Europa aborda la política energética común y evita la pugna proteccionista

Los líderes de la UE apoyan la idea de poner en marcha una política común de energía y han evitado una temida disputa sobre el proteccionismo económico durante la cumbre de primavera, que ha estado precedida por las discutidas medidas de algunos gobiernos para proteger a sus empresas energéticas.

Los jefes de estado y de gobierno de los Veinticinco han discutido también sobre cómo acelerar la recuperación del crecimiento económico y han aplaudido al jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, después de que el presidente francés, Jacques Chirac, dijera que el alto el fuego anunciado por ETA constituye "una esperanza para Europa".

Esta cumbre, consagrada a los asuntos económicos, tiene en la energía su principal protagonista, después de que el alto precio del petróleo y el corte del suministro de gas ruso del pasado mes de enero mostraron de forma cruda la aguda dependencia de la UE de la energía que importa del extranjero.

Tanto el canciller austríaco, Wolfgang Schussel, como el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, aseguraron que en el debate celebrado durante la cena de los jefes de estado y de gobierno de la Unión, la cuestión del "patriotismo económico no surgió" en ningún momento porque "ninguno" la planteó.

A pesar de que en las últimas semanas se ha producido una importante polémica en la UE por las acciones consideradas proteccionistas por parte de los Gobiernos español y francés ante operaciones en el sector energético, en la primera reunión la cuestión no fue directamente tratada.

Medidas gubernamentales

Tras la OPA lanzada por la alemana E.ON sobre la española Endesa, el Gobierno español ha aprobado una modificación legislativa para ampliar los poderes de la Comisión Nacional de la Energía, mientras que Francia intervino en el proyecto de fusión de Gaz de France y Suez, que frustró las intenciones de la italiana Enel de entrar en Suez.

Aunque en las dos últimas semanas Barroso ha arremetido duramente contra el proteccionismo de algunos estados miembros e incluso señaló que de esta cumbre debía salir un claro mensaje en contra de cualquier nacionalismo económico, el resultado oficial es que en la reunión sólo se habló de la necesidad de una política energética común.

Los representantes franceses fueron más lejos e indicaron que "no se ha producido debate sobre proteccionismo porque no hay nadie proteccionista en Europa".

Tanto Schussel, presidente de turno de la UE, como Barroso insistieron en que habían asistido a un debate "enormemente interesante" en el que hubo "total consenso" sobre la necesidad de desarrollar una verdadera política común en el sector energético. Sin embargo, la canciller alemana, Angela Merkel, encargada de introducir el debate ha dicho que "la construcción de campeones europeos no debería ser impedida por los intereses nacionales".

Además de la energía, los líderes debatieron varias ideas para tratar de consolidar la recuperación del crecimiento económico de la UE, que continúa siendo menos fuerte de lo deseado. En este sentido, los líderes europeos se mostraron de acuerdo en la necesidad de impulsar la Investigación y el Desarrollo (I+D) como medio para mejorar la productividad de la economía europea y aumentar la creación de empleo.

Sin embargo, la cumbre no logró un acuerdo final para incluir en las conclusiones finales un objetivo cuantificado de creación de empleo, como propone la presidencia austríaca, que quiere fijarlo en dos millones de puestos de trabajo al año en los próximos ejercicios.

Instituto Europeo de Tecnología

Los líderes también analizaron la propuesta del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, de crear un Instituto Europeo de Tecnología, que permita salvar la brecha existente entre la educación superior, la investigación y la innovación en la UE.

La iniciativa, una apuesta personal de Durao Barroso que en ningún caso empezará a funcionar antes de 2008 ó 2009, no ha despertado entusiasmo en todos los países, aunque en el debate de hoy ningún gobierno hizo públicas sus divergencias.

Los primeros ministros de Holanda, Jan Peter Balkenende, y Bélgica, Guy Verhofstadt, apoyaron la idea de que el citado Instituto no tenga una sede en una ciudad, sino que sea una gran red que una a todas las universidades de la Unión.

Esta primera jornada vio cómo los líderes de la UE felicitaron al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, por el "alto el fuego permanente" anunciado por ETA.