Ignacio Moreno Bustamante - ARTÍCULO

«Que yo tengo una carrera»

El nivel de la política gaditana está alcanzando niveles insospechados

Ignacio Moreno Bustamante
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El nivel de la política gaditana está alcanzando niveles insospechados. Por abajo, obviamente. Nivel de cutrez. Si nos atenemos a los últimos encendidos debates protagonizados por nuestros ilustres servidores públicos, lo que más preocupa al gaditano de a pie es quién va al palco del Falla a ver Peppa Pig o las semifinales del COAC. No el paro, no. Ni atraer turismo, no. Nada de implantación de industrias o comercios. El palco. Del Falla. Quién va. Quién no. Tan importante es el asunto que tanto los representantes de Ciudadanos como los del PSOE decidieron no asistir a la Final. Para que nadie piense mal. Y el ilustrísimo alcalde, en un derroche de coherencia, se niega a pisar el de Carranza pero no falta prácticamente ninguna noche al del teatro.

La misma coherencia que cuando anuncia la externalización de los servicios de playa durante cuatro años después de hacernos aprender a todos el significado de la palabreja de moda durante la campaña de las municipales: ‘remunicipalización’. Hoy, siete meses después, no ha remunicipalizado ‘ná’. Ni se espera. Veremos a ver qué ocurre con los de socorrismo. Lo están analizando, dice. Económica y jurídicamente. En breve sabremos. Hagan sus apuestas. No lo harán. La herencia, seguro.

La lista de ridículos es interminables. En todas las bancadas. Aunque la del equipo de Gobierno se lleva la palma. En el último pleno, Kichi se puso digno, muy digno, al enfrentarse dialécticamente a la oposición. Concretamente al portavoz del PSOE, Fran González, que es oposición pese a ser él quien ha aupado al poder al alcalde. Coherencia, ya les digo. De todos. Le dijo González –José María– a González –Fran– una frase que sintetiza en sí misma el patetismo que nos gobierna: «Yo no tengo problemas de comprensión. Le recuerdo que tengo una carrera y usted no». Y se quedó tan ancho. Como si una licenciatura, en Historia o en lo que sea, fuera garantía de algo. Los cretinos con título colgado en la pared se cuentan por miles. Y eso sin mencionar que si esa es su vara de medir, alguien debería recordarle que en su equipo de gobierno hay una limpiadora, un señor que se sacó el graduado a la vejez y algún otro/a que a lo más que llegó es a acabar un módulo de FP.

Pero por lo visto aquí todo vale. Soltar la primera parida que se te pase por la cabeza con tal de demostrar quien manda. Más si ese día, casualmente, está el marido de Verónica Forqué allí grabando un documental sobre Podemos que en breve veremos en pantalla.

En fin, sonriamos, que estamos en Carnaval. Y el alcalde estaba graciosísimo disfrazado en la maratoniana final del viernes. Y ya se sabe que lo está pasando regular por no poder salir con su comparsa. Caiiiii.

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