Juan Casas Carbajo

Descartes y su método

Del Discurso del Método nos puede resultar muy útil, el uso de la duda metódica como vía para buscar la verdad en las distintas situaciones que la vida

Juan Casas Carbajo es autor de varios libros sobre educación y filosofía

JUAN CASAS CARBAJO

En junio de 2016 leí un artículo de José Jiménez Lozano, en el que reclamaba que recurramos a los pensadores antiguos para llegar a ser seres humanos auténticos mediante la educación y la instrucción y, aunque cita a otros, se centra en Descartes. Como esta recomendación no pasa de moda, aprovechando la oportunidad que me brinda La Voz de Cádiz , lo publico dentro de la serie Ayuda de la Filosofía. Está sacado de uno de mis libros, que no cito por estética, para que no parezca que con él pretendo hacer propaganda de ellos. De todas formas en países como Francia y Estados Unidos, entre otros de nuestro entorno, existen desde hace tiempo los asesores filosóficos. No tengo constancia de que en España existan también, al menos de forma oficial e institucionalizada.

Aplicación de la teoría de Descartes para la vida diaria.

Del Discurso del Método nos puede resultar muy útil, el uso de la duda metódica como vía para buscar la verdad en las distintas situaciones que la vida nos vaya presentando, ya sean investigaciones que realicemos, o situaciones problemáticas que vayan surgiendo a lo largo de nuestra existencia. Pero debemos utilizarla, no de forma negativa en el sentido de pensar que nada es verdadero y que todo lo que tenemos por valores humanos son mentira , como piensan los escépticos y los nihilistas, ni porque no creamos lo que otros han dicho o dicen, sino porque queramos comprobarlo por nosotros mismos.

Nos puede servir también esta obra para no admitir nada que no veamos y entendamos de forma clara, así como para analizar lo elementos que intervienen en una situación determinada de la vida, ya sea ésta una situación problemática, o la necesidad de tener que tomar una decisión importante. Ante una situación problemática, ya ocurrida, nos ayuda a analizar una por una las causas que la hayan determinado, de esta forma una vez descubierta aquella, lo tendremos en cuenta para no volver a cometer los mismos errores .Así, no solamente aprenderemos de nuestros propios fallos, sino que además contribuiremos a desterrar el tópico de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.

Si se trata de tomar una decisión importante, ya sea la elección de un trabajo, o de unos estudios, Descartes nos enseña con esta obra a valorar los pros y los contra que una decisión determinada pueda tener para nuestra vida futura.

Para los estudiantes es también de mucha utilidad esta obra del pensador francés, cuando tengan que resolver problemas de Matemáticas, de Física o de cualquier otra materia, haciendo un análisis pormenorizado de todos los datos que el problema facilita, separando claramente los datos que da de los que pide. De esta forma, echando mano de los conocimientos adquiridos, fórmulas, leyes o teoremas, podrán resolver el problema con facilidad. John Dewey, muchos años después, propuso para la resolución de problemas seguir las siguientes fases:

1ª. Constatación, apercibimiento de la existencia del problema.

2ª. Planteamiento, que consiste en el análisis del problema con vistas a su comprensión.

3ª. Hipótesis o soluciones posibles.

4ª. Crítica de las soluciones apuntadas.

5ª. Verificación de las posibles alternativas seleccionando las verdaderas y eliminando las falsas, que como se puede observar con facilidad están en la línea señalada por Descartes en el Discurso del Método.

También nos enseña esta obra a partir de los elementos más simples para, poco a poco, llegar a lo complejo, o lo que es lo mismo a partir de lo fácil para poder llegar al conocimiento de lo más difícil. Recordamos aquí el método que Sócrates utilizaba para enseñar a las gentes humildes, que consistía en ir haciendo preguntas fáciles, para poco a poco llegar a lo difícil que el sujeto creía no saber. En Educación se utiliza una estrategia que más o menos sigue esta regla propuesta por Descartes, La Enseñanza Programada, que presenta la información partiendo de pequeños y sencillos pasos, que poco a poco se van complicando.

Por último esta obra nos enseña a hacer revisiones, una vez resueltos los problemas, o analizadas las situaciones que, como hemos dicho, se nos vayan presentando a lo largo de la vida. De esta forma no dejaremos suelto ningún cabo importante para la resolución del problema o el éxito de la situación presentada.

- De las Reglas para la dirección de la mente , nos puede resultar de utilidad lo siguiente:

- Proceder siempre siguiendo un método.

- Partir de lo más simple para llegar a lo complejo, y no al revés.

- No pasar a estudiar nada sin haber entendido bien el paso anterior.

- Tener presente lo que otras personas hayan dicho ya sobre el objeto de nuestro estudio.

- Hacer uso de todas las facultades: imaginación, memoria, sentidos.

- Desprendernos de todo lo superfluo, dividiendo nuestro objeto de estudio en tantas partes como sea posible.

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