Luis Ventoso

Prepárate, Pepe

Seguro que Susana abroncará a Griñán como ha hecho con Rita...

Luis Ventoso
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Con el grueso de su equipo municipal calentando banquillo en el juzgado, no había que ser Hércules Poirot, o ni siquiera el inspector Clouseau, para deducir que Rita Barberá podría acabar disfrutando del aire acondicionado de varios tribunales. Tampoco hacía falta ser un gran moralista para concluir que quien no ha sido capaz de evitar que se forme un lodazal bajo sus pies no debe continuar en política, premiada además con un escaño de pensionista en la cámara-spa, el inutilísimo Senado. Una vez más, a Rajoy le pudo el afecto de lustros por un colaborador y no actuó con la premura debida.

Pero por fortuna, en España contamos con una impresionante cantera de grandes moralistas. A cocineros que aplican la física cuántica para hacer tortilla y a regeneradores de la vida pública no hay quien nos gane.

Rita se atornilló en el Senado, y tal vez no sea por el aforamiento, como se especula, sino por el desahogo pecuniario que facilita el cargo. Pero nada más producirse tal enrocamiento, tronó desde el sur el Twitter justiciero de Susana Díaz. La presidenta acusó a Rajoy de «tomar el pelo a los españoles» por «permitir que Rita se ría de todos». Un alivio el aldabonazo ético de Díaz, aunque no se esperaba menos de una dirigente que siente una aversión innata por todo lo que huela a corrupción y a corruptos.

Pero hete aquí que los hados han brindado a la moralista sureña la ocasión de continuar ipso facto con su campaña de limpieza. La Fiscalía pide seis años de cárcel para Griñán, por prevaricación y malversación de caudales públicos. Las acusaciones son ya bastante más concretas que las que se ciernen sobre Rita. Además, se añade algo que debe repugnar enormemente a todo aquel que se sienta socialista: la trama que salpica a Griñán –y a Chaves, y a cuatro exconsejeros para los que también se pide cárcel, y a un rosario de trincadores en cargos intermedios– hacía algo tan detestable como robar a manos llenas el dinero de los parados (más de 700 millones de euros). A García-Page, que debe de ser un ánima bendita, le ha faltado tiempo para salir a defender al bueno de Pepe Griñán, asegura que no le cabe duda de que es «una persona íntegra».

A esta hora en que escribo, el Twitter de Susana aparece mudo desde hace nueve horas. Se ha quedado clavada en su enérgico y necesario repaso a Rita y Mariano. Pero conociendo los arrestos éticos de la presidenta, seguro que de un momento a otro emergerá otro valeroso tuit, escrito con la pegada coloquial marca de la casa, donde manifestará su más rotunda repulsa por las andanzas de Griñán. Se da por descontado que expresará su inmensa decepción por ver a su padrino político, el líder que la promovió y la convirtió en su mano derecha y heredera, salpicado por algo tan sucio como llevarse los fondos de los desempleados andaluces. Porque si Díaz solo ve el mal cuando ocurre en la cancha contraria, será una más entre los muchos cantamañanas que empequeñecen nuestra vida política. Los susanitas no lo dudamos: Griñán y Chaves –y Besteiro, con aquel piso que le tocó en la tómbola– se van a enterar de lo que vale un peine. Ya les deben de estar pitando los oídos...

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