José María Carrascal

El Brexit y Gibraltar

Los gibraltareños están convencidos de que seguirán viviendo de España protegidos por los ingleses

José María Carrascal
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

"Brexit is brexit" ha dicho Mrs. May en Berlín y París. Pero cuando y como ellos quieran. O sea, no tan "exit". Lo que recuerda el viejo dicho de cómo negocian los ingleses: "Tú me das el reloj, y yo te doy la hora". Frau Merkel, aún bajo el complejo alemán ante Inglaterra, le ha dicho que bueno. Hollande ha sido más duro: "Cuanto antes, mejor". Pero en Europa quien manda es Alemania, lo que hace temer que Londres se quede en la UE para lo que le interesa –la libre circulación de mercancías– y se deshaga de lo que le molesta: la libre circulación de personas. Es lo que apunta la nueva "Dama de Hierro" al elegir responsables de su política exterior: Boris Johnson, un bocazas émulo de Trump incluso en el aspecto, que se ha cansado de insultar a todo el mundo, y David Davis, encargado de negociar con Bruselas, donde se ganó el apodo de "charming bastard", que dice "cuando los europeos se convenzan de que no cedemos el control de nuestras fronteras, hablarán del resto por su propio interés".

A su lado Robin Walker es más preciso: "el Brexit se hará en las mejores condiciones para Gibraltar". O sea, en las peores para España.

Picardo no cesa de viajar a Londres y Bruselas para conseguirlo, sin importarle mentir, trampear y saltarse todas las normas. Tan pronto se une a Escocia para quedarse en la UE, como refuerza los lazos con el Reino Unido para defenderse de los pasos que pueda dar España cuando se vaya. En Bruselas tantea la posibilidad de ser incluido en los Acuerdos de Schengen y en Londres explora las garantías que dará a sus "territorios de ultramar" en la nueva situación. El Gobierno español ha querido cortar estos chalaneos advirtiendo de que, ante la UE, las relaciones exteriores de Gibraltar las lleva un Estado miembro, y si ese Estado se va, él se va también. Y si insisten en dejarlo, España está dispuesta a bloquear el tratado del Brexit. La última argucia gibraltareña contra ello es olvidarse de Bruselas y volver a la ONU para reclamar el derecho a la autodeterminación de los pueblos coloniales. Pero ahí les esperamos con la resolución que exige se descolonice, "teniendo en cuenta el principio de la integridad territorial de los países". O sea, que están pillados por todas partes. Ante lo que Margallo ha resucitado la vieja propuesta de la cosoberanía por un periodo de tiempo, en los que la colonia tendría un estatuto especial y ventajoso. Yo tengo mis dudas, no porque nos engañaron ya una vez con esa artimaña, sino porque renunciamos al derecho original de recuperar la plaza si cambia de estatuto y, encima, legalizaríamos ese paraíso fiscal en nuestro territorio. Aparte de que los gibraltareños lo rechazan: ellos están convencidos de que, como ha ocurrido a lo largo de los últimos trescientos años, seguirán viviendo de España protegidos por los ingleses. Con la aquiescencia de bastantes españoles. A la comarca ya la tienen en el bolsillo, al PSOE, en el saco.

Ver los comentarios