¿Cómo se usaban la flora y fauna?

Blanca, transparente. Se disuelve en el agua. Potencia el sabor de los alimentos. Y sirve como agente conservante de pescados, carnes, quesos, aceitunas, alcaparras o tomates mediante la salazón y la salmuera. ¿De qué mineral hablamos? La sal es la respuesta.

¿Sabía que es muy común en los montes de León se usen piedras de sal para aportarle al ganado las sales que le faltan al pasto? En Málaga, por ejemplo, combaten la tos haciendo gárgaras con manzanilla, azúcar y tres granos de sal gorda. Tres gramos de sal gorda también son necesarios, en opinión de los habitantes de la comarca del Cabo de Gata, para evitar el mal de ojo a los niños. La sal también también adereza el nombre de muchos municipios españoles, indicando que en su entorno hay presentes salinas: Cabezón de la Sal (Cantabria), Poza de la Sal (Burgos), Vilanova de la Sal y Gerri de la Sal (Lérida), Saelices de la Sal (Guadalajara), Salinas del Manzano y Monteagudo de las Salinas (Cuenca), El Salobral (Albacete) o Salinas de Oro (Navarra)...

Seguro que se te están ocurriendo más según has ido leyendo la enumeración.

«Ahora que hablamos de crecimiento sostenible y de cómo seguir avanzando sin cambiar nuestro planeta, echamos la vista atrás y vemos que esta preocupación ya la han tenido otros muchos antes; personas que han transmitido de forma oral generación tras generación en el mundo rural los conocimientos tradicionales de interés y a las que se debería reconocer su relación con el esfuerzo de conservación de la naturaleza», explica el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos. «Una cultura y un bagaje que atesora la sociedad tras haberse relacionado muchísimo tiempo con la naturaleza». Y que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente quiere preservar, mantener y fomentar para que no corran el riesgo de perderse, tal y como manifestó Ramos durante la presentación del Inventario Español de Conocimientos Tradicionales sobre Biodiversidad (pdf). Una publicación pionera en España y Europa en cuya redacción han participado más de 65 expertos de múltiples disciplinas, procedentes de 39 instituciones diferentes.

El Inventario Español de Conocimientos Tradicionales sobre Biodiversidad se integrará en el Inventario Español del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, y responde al mandato legal establecido en la Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Además, los trabajos proseguirán en una segunda fase que se desarrollará hasta 2017 y abarcará un mayor número de plantas, animales, ecosistemas y minerales, hasta alcanzar unas 300 fichas divulgativas.

Perfume y amor

Como animal perteneciente al grupo de los reptiles, el lagarto en España es símbolo del mal, aunque en algunos lugares se le atribuyen virtudes mágico-benéficas. En Extremadura, por ejemplo, relatan los autores del Inventario, fueron populares los «polvos del querer» que fabricaba una bruja de Arroyo de la Luz (Cáceres). Se cogía un lagarto y, aún vivo, se le pinchaba con un palo hasta que muriera. Tras dejarlo al sol para que se secara, se molía al ritmo de ciertas oraciones. La persona que restregase sus manos con tales polvos, podía estar segura de que a cuantas personas de sexo opuesto tocara enamorarían. Para alejar al novio o a la novia, dicha bruja fabricaba y distribuía sus «polvos de aborrecer». La composición y el uso eran los mismos, aunque las oraciones variaban, claro.

Los alfareros manchegos, en la fabricación de la cerámica usaban leña verde de coscoja, retama o romero para conseguir fijar una película dorada sobre el esmalte en la última fase de cocción de las piezas. El romero también se ha empleado como sustancia tintórea en Albacete, para colorear la lana. El humo de romero, asimismo, sirve para desinfectar las colmenas y ahuyentar a las abejas en el momento de recolectar la miel. Y, como todo el mundo sabe, unas ramitas de romero sirven para perfumar las habitaciones y los cajones de los armarios de cualquier casa.

En las últimas décadas, el interés por los conocimientos tradicionales ha ido en aumento, tanto en su vertiente académica como en la de gestión del medio natural porque se consideran una fuente de información para el diseño de políticas ambientales relacionadas con la biodiversidad, subrayan los autores del Inventario.