Cabárceno pertenece a organizaciones proteccionistas españolas y europeas, como AIZA y AEZA.
Cabárceno pertenece a organizaciones proteccionistas españolas y europeas, como AIZA y AEZA. - ABC
CANTABRIA

La dirección de Cabárceno explica por qué sacrificó a sus ocho lobos adultos

Un diputado del PRC asegura que los «mataron a tiros». Desde el Parque de la Naturaleza aclaran que los animales no sufrieron y que se siguieron criterios de conservación

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La empresa pública Cantur, responsable de la gestión del Parque de la Naturaleza de Cabárceno (Santander), ha querido explicar los motivos por los que sacrificaron a una manada de lobos en el espacio el 28 de noviembre. Y salir al paso, así, de las informaciones que se han conocido desde entonces. Como la nota del diputado del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) Javier López Marcano, de la que se hizo eco ayer Europa Press, donde exigía explicaciones al Gobierno de Cantabria por la «matanza a tiros» de todos los lobos adultos de Cabárceno por personal «autorizado», que utilizó un rifle de calibre 22 «con el que disparó hasta ocho veces sobre algunos de los ejemplares».

Según señala Marcano en su comunicado, los hechos se produjeron después de que la plataforma Infozoos, integrada por las asociaciones FAADA (Barcelona), Born Free Foundation (Reino Unido) y ANDA (Madrid), se dirigiera en septiembre al director del Parque de la Naturaleza cántabro para expresar su preocupación por las condiciones en las que se encontraba la manada de lobos -debido a unas obras de reforma en el recinto reservado para ellos-, con solo siete cachorros nacidos el pasado mes de abril en el recinto habilitado para la especie y los ejemplares adultos «metidos en jaulas, en otro espacio y sin acceso al exterior».

La denuncia de Infozoos provocó que fueran reubicados junto a los lobeznos, originando «varias peleas entre los propios animales que se saldaron con la muerte de uno de los ejemplares adultos y de tres lobeznos». Y luego, llegó, en palabras de Marcano, la «escabechina».

No hubo crueldad

Cantur ha querido aclarar los hechos y las circunstancias que a éstos rodearon colgando en su web una nota en la que manifiestan que el sacrificio solo perseguía «garantizar la viabilidad de la especie y conseguir la reproducción y pervivencia de la misma». En todo momento, puntualizan, la dirección siguió el «criterio del facultativo y encargado del departamento de carnívoros» del parque. Se trató de un sacrificio: «práctica habitual dentro de los zoológicos de todo el mundo»; los animales, por tanto, fueron anestesiados y se les evitó cualquier sufrimiento, quieren matizar.

El recinto de lobos (5.230 m2), presentaba, indican, problemas de operatividad y seguridad para el manejo de estos animales salvajes como consecuencia del deterioro sufrido con el transcurso de los años. Situación que se agravó en marzo, cuando una de las hembras preñadas, y apartada al final de su gestación en la reserva del propio recinto, entró a parir a una zona acotada del mismo, «donde el riesgo de fuga era evidente».

Tal circunstancia, junto el nacimiento de una segunda camada, que elevaba a siete el número de cachorros en el recinto de lobos y aumentaba los «problemas de compatibilidad y convivencia de grupos distintos de la especie» (los nueve adultos y los siete lobeznos), obliga a los responsables de Cabárceno a «vaciar el recinto y acometer una reforma integral del lugar, para dotarlo de la seguridad necesaria».

Se trasladó a los adultos a otra área y se crió a los cachorros a biberón. Una vez realizado el acondicionamiento (reforma del controno y electrificación del perímetro), el departamento de carnívoros del parque integró a ambos grupos en el recinto, aunque separados por la verja que acota la zona de reserva (destinada a los adultos). El resultado fue la muerte de tres ejemplares (dos lobeznos y un adulto), «propia de la incompatibilidad de ambos que se da en este especie», insisten desde Cantur. Por ello, se determina el sacrificio de los ocho adultos, «con el fin de mantener la viabilidad de uno de los grupos y garantizar la existencia de la especie en Cabárceno, cuya población estaba siendo seriamente diezmada de forma natural, poniendo en peligro el programa de lobos del parque».

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