Dos Policías Municipales, ayer, frente al enorme agujero de la fachada afectada
Dos Policías Municipales, ayer, frente al enorme agujero de la fachada afectada - josé ramón ladra

Pánico en Tetuán: «¡Levántate, que se nos cae el edificio!»

Un bloque con cuatro viviendas se derrumba parcialmente en plena calle Bravo Murillo

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Un edificio de cuatro plantas, más bajo comercial, se vino abajo ayer parcialmente en pleno corazón del barrio de Tetuán. Un total de 43 personas fueron afectadas por el siniestro, aunque por fortuna no hubo que lamentar daños personales.

Sobre las cinco de la tarde, los vecinos del número 1 de la calle de Amalia, esquina con la de Bravo Murillo, 336, se percataron de las enormes grietas que estaban resquebrajando sus casas. Inmediatamente, dieron aviso a los Bomberos del Ayuntamiento que, junto a la Policía Municipal, procedieron a cortar el tráfico desde Plaza de Castilla a Sor Ángela de la Cruz.

La labor de los efectivos fue eficaz y peligrosa; tanto, que cuando los primeros cascotes empezaron a caer a la calle a punto estuvieron de ser alcanzados.

Lo primero en colapsar fue uno de los locales comerciales del bajo. Luego, parte de la fachada de la primera planta, la que da a la calle de Bravo Murillo. Pasaban las nueve y diez de la noche y el estruendo se dejó oír, casi como una explosión, en todo el populoso barrio. «Fue como si cayera una bomba en plena ciudad», explicaron los vecinos, aún con el miedo metido en el cuerpo y agradeciendo haberse salvado casi de milagro.

La preocupación, entonces, fue creciendo. Hasta el lugar se personaron la alcaldesa, Manuela Carmena; la primera teniente de alcalde, Marta Higueras, y el tercero, Mauricio Valiente. También, para solidarizarse con los residentes desalojados, hizo acto de presencia el representante de la plataforma vecinal del edificio de Carabanchel que también se vino abajo a principios de mes y a los que el Consistorio busca una salida digna hasta que recuperen sus casas.

Anoche, sobre el terreno, se hizo el recuento de afectados; de los 43 evaluados, 37 fueron realojados por el Samur Social en un hotel de Príncipe de Vergara. Los otros seis prefirieron quedarse en casa de familiares y amigos, indicaron fuentes del Gobierno local.

Durante buena parte de la noche, los residentes del número 2 de la calle de Amalia también fueron desalojados, pero solo de manera preventiva; pudieron luego regresar a sus hogares tras comprobarse que no existía riesgo para ellos.

Alquilados e inmigrantes

Las labores técnicas consistieron anoche en demoler hasta la primera crujía del inmueble, cuya propietaria también se personó, completamente superada por las circunstancias. A ella y su marido, Vicente Herreros, de avanzada edad y enfermo, les pilló la noticia por total sorpresa. Los vecinos son todos alquilados y en buena parte población inmigrante, indicó el jefe de guardia de los Bomberos municipales.

Manuela Carmena fue informada de lo ocurrido por el concejal Valiente. Tras lo ocurrido ayer y lo de Carabanchel, la regidora anunció que va a plantear un programa de rehabilitación de edificios antiguos y que se encuentren en malas condiciones. Anoche, no se sabía si el inmueble de Amalia, 1, había pasado la Inspección Técnica de Edificios (ITE) y si, en caso afirmativo, en qué fecha.

Lo que sí trascendió es que la parte del inmueble, que tiene unos 50 años, que se encuentra en mejor estado es la que da a la calle de Amalia, pues fue reformada no hace mucho tiempo. De ahí que la fachada que se vino abajo fuera la que se corresponde a Bravo Murillo, explicaron a este periódico los técnicos municipales en el mismo lugar del suceso.

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