Ciudadanos amenaza con acciones legales contra sus críticos en Galicia

Pese a que las aguas que bajaban más revueltas en Ciudadanos Galicia eran en las de las agrupaciones del sur, con polémicas en Pontevedra y Vigo, la reunión con dirigentes nacionales que pretendía calmar los ánimos en los miembros de la Comunidad se celebró ayer en La Coruña. En ella, el representante más destacado de la formación de Albert Rivera fue el secretario o de Organización, Fran Hervías, que se encuentra de gira por España en los últimos días para concretar con los que serán candidatos a las generales la estrategia a seguir en los meses que restan hasta la cita electoral, y para explicar el proceso que cristalizará en la construcción de su estructura provincial y autonómica de futuro.

Tras un cónclave en el que según datos oficiales participaron unos 200 de los 700 afiliados gallegos de la formación, Hervías habló con ABC para valorarlo como «muy positivo» por el alto porcentaje de asistentes, por encima de la media del resto de España.

Choque con los críticos

Las mismas voces críticas que afearon la connivencia de su única edil en la ciudad de Pontevedra, María Rey, con el BNG en el Ayuntamiento, denunciaron ayer a este diario el dirigismo con el que actúa la dirección nacional en las agrupaciones gallegas. En este sentido, apuntan que algunos miembros de la directiva elegidos por la militancia en las respectivas asambleas no pudieron participar en la reunión por no ser afines al «oficialismo».

Esta corriente gallega de la formación naranja reitera que no pone en cuestión ni los principios programáticos ni el liderazgo de Rivera, sino la «organización interna» en la Comunidad, donde entienden que muchos de los cuadros de mando son «caciques de UPyD que se movieron en bloque y toman decisiones que van contra nosotros y contra la lógica», a los que achacan los malos resultados en las pasadaspas elecciones municipales. «Ciudadanos va vendiendo la búsqueda del consenso, pero la estructura territorial está nombrada por pequeños dictadores fáciles de controlar para que no surjan discrepancias», lamentan.

Entre los demás reproches que lanzan a la dirección nacional se encuentra la supuesta «ausencia de democracia interna», en la que se desautorizan decisiones tomadas por las asambleas territoriales, como la de destituir a la concejala pontevedresa, que sigue en su puesto por una aparente imposición de Barcelona. «No puede ser que haya dirigentes que vayan presumiendo por los medios de la cantidad de críticos que expulsan», zanjan.

«Desestabilizadores»

Por su parte, Hervías resta importancia a este sector y apunta que «no son ni militantes, por lo que no vale la pena entrar en valoraciones de lo que digan». Con todo, señaló a este periódico que se reunirá con los servicios jurídicos del partido y no descarta acciones legales contra grupos que tacha de «meros desestabilizadores».