La ciudad de Valencia apuesta por un futuro en clave de rehabilitación

Reanimar el sector de la construcción de una forma sostenible es uno de los objetivos que el nuevo gobierno municipal de Valencia se ha planteado para su legislatura. En este sentido, la rehabilitación se plantea como la opción más factible, de manera que se puedan optimizar los edificios existentes, así como aprovechar el terreno ya ocupado. Desde Fevec (Federación Valenciana de Empresarios de la Construcción) han recibido este plan con los brazos abiertos, pues estiman que crearía directa e indirectamente 75.000 puestos de trabajo, aproximadamente, en la ciudad.

Más cerca de «la meta» europea

Esta iniciativa se presenta, asimismo, como una oportunidad para reducir el gasto de energía del parque de viviendas valenciano. De hecho, la Directiva Europea de Eficiencia Energética de Edificios 2010/31/UE establece alcanzar un consumo casi nulo antes del 31 de diciembre de 2020 en general y de 2018 en particular para las obras de carácter público.

Es más, el Código Técnico de la Edificación (CTE) DB-HB fijó en 2013 un nuevo marco para la limitación de la demanda energética tanto en construcción nueva como antigua.

Referente con nombre propio

Con todo, los sistemas de aislamiento térmico, conocidos como SATE, están ganando adeptos entre los profesionales del sector. Estos se aplican en el exterior de los edificios, por lo que garantizan cumplir con las normativas sin necesidad de desalojar a los vecinos ni recurrir a derribos. Además, su coste es menor en comparación con otras opciones disponibles en el mercado. Y el ahorro económico también se refleja en las facturas de calefacción y de refrigeración, ya que reduce pérdida y aumento térmicos en invierno y verano, respectivamente. Por otra parte, se disminuyen las emisiones de CO2 hasta un 20%.

Una solución a la valenciana

La empresa Pinturas Blatem, con sede en la localidad de Torrent, ha sumado su grano de arena en este sentido desarrollando una alternativa propia: Sateffic, que mejora la habitabilidad y el confort de los hogares al eliminar los puentes térmicos, las condensaciones internas y las formaciones de moho. Este sistema supone una renovación estética total del edificio, elimina algunas patologías de las fachadas, como desprendimientos o fisuras, y las impermeabiliza. En definitiva, representa una transformación integral en fondo y en forma que permite obtener la más alta calificación energética.