El Falla acoge el estreno absoluto de 'Estado de sitio', de Camus

El Cádiz que resiste se convirtió en un mito para Albert Camus. Y con muchos de los ingredientes de su obra más popular, 'La peste', escribió 'Estado de sitio', la obra teatral que el Centro Andaluz de Teatro y el Consorcio para la Conmemoración del II Centenario de la Constitución de 1812 han preparado para girar por los escenarios españoles e, incluso, extranjeros. El estreno es hoy, en la ciudad que la inspiró, en el Gran Teatro Falla. Ayer fue el día de la presentación oficial. Los consejeros de Cultura, Paulino Plata , y Gobernación, Francisco Menacho, dieron a conocer los detalles de la producción. Como los nombres que están detrás de ella. La dramaturgia ha corrido a cargo de Juan García Larrondo, la dirección es de José Luis Castro, y la música de Antonio Meliveo.

La obra, esta noche a partir de las 21 horas, estará interpretada por actores como José Pedro Carrión o Celia Vioque, entre otros; la escenografía es de Guiuliano Spinelli, el vestuario de Pedro Moreno y el maquillaje y peluquería de Manolo Cortés. 'Estado de sitio' fue escrita y estrenada por primera vez en 1948 y supone una de las cimas literarias de Albert Camus. El filósofo y escritor francés buscaba hacer inteligible el mito de la peste a los espectadores de su época «y eso es precisamente lo que hemos intentado en esta adaptación», señaló lado Juan García Larrondo, su adaptador.

«Es obvio que Camus eligió esta isla vulnerable a todas las pandemias de forma deliberada», continúa Larrondo, «y sabe que Cádiz, por su particularidad geográfica, es escenario idóneo para el peor de los asedios... Camus decidió que Cádiz era el lugar perfecto para poner el sitio a las libertades esenciales de los hombres y probar hasta dónde es capaz el ser humano de llegar con sus miserias y sus proezas».

José Luis Castro aseguró que la escenografía recordará a la ciudad de Cádiz, «con el mar al fondo», si bien se trata de algo simple, que cuando avance la obra se tornará como una tela de araña, como «una fortaleza monstruosa» que atenaza a los actores. «No se trata de una pieza con una estructura tradicional sino de algo cuya ambición manifiesta es la de combinar todas las formas de expresión dramática, desde el monólogo lírico, hasta el teatro colectivo, pasando por la pantomima, el simple diálogo, la farsa, los coros», dijo Castro citando la palabras de Camus cuando presentó su obra.