La periodista Isabel Franco se relaja en la terraza de su casa, en Murcia. :: MARTÍNEZ BUESO
Sociedad

Isabel, la bloguera que cuenta su vida con un tumor de mama

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Sintió una fuerte sacudida en el cerebro, se mareó y no pudo seguir escuchando a los especialistas después del fatídico diagnóstico. «No podía ser», murmuraba entre sollozos. Los médicos le habían asegurado hacía un año que era un tumor benigno, surgido por casualidad tras haber amamantado seis meses a su hija. Y de repente, ahí estaba, en la consulta de oncología, sin poder desenvolverse por sí misma, aturdida, con un montón de papeles en la mano... y con metástasis. Lloró, gritó, se repuso y se dijo: «Tengo que empezar a hacer llamadas, qué duro, no voy a poder con esto, ¿por qué yo?».

El testimonio de Isabel Franco es el de miles de mujeres que han superado el trance, de las que se encuentran a mitad de camino y de las 44 que cada día en España se topan con un diagnóstico similar. Solo que esta periodista murciana tuvo la necesidad de contarlo al aire. Aun pensando que no le iban a escuchar creó una fórmula para dejar escapar su sufrimiento y para poder convencerse a sí misma de que no pensaba cederle un ápice de terreno a la desesperación, mucho menos a la muerte. Le costó eso de empezar a bloguear. Acostumbrada a hacer crónicas para 'La Verdad', de Murcia, se dio cuenta de que no acertaba a expresarse en primera persona. Los protagonismos no habían sido lo suyo. Después de la segunda sesión de quimioterapia y del dolor de las secuelas, colgó en la edición digital del periódico el blog 'Yo también tengo cáncer'. «Necesitaba comunicarme», confiesa esta profesional de la comunicación.

No es la única. La gallega Paula Rosas ha elegido la globosfera ('tengo cáncer de mama... en el hígado') para plantarle cara al quiste de un seno, tan ansioso que ya ha manchado una de sus vísceras. Las dos destripan sus sentimientos en el ciberespacio, las dos le dan una vuelta de tuerca a la vida, después de que el destino volviera las suyas del revés. Lo hacen sin victimismos ni resignaciones, con una brillantez que impacta, que pone en valor las pequeñas cosas que se nos esfuman cada día, tal vez porque pensamos que tenemos muchos por delante. Ellas lo hacen con ironía y humor, con anécdotas personales que conmueven, conscientes de que están vivas para contarlo, de que han superado una batalla, pero que pueden acechar otras y de que, si así fuera, están preparadas porque sus corazones rezuman una fortaleza ganada cada segundo de cada día a base de suspiros, caídas y remontadas, de besos a sus hijos, maridos, padres o hermanos, de abrazos, de palabras de consuelo, y de firmeza.Hoy, Día Mundial del Cáncer de Mama, Isabel y Paula animan a todas las mujeres y a sus familiares a que no se rindan jamás. La gallega Paula no responde al correo electrónico. Pelea contra una recaída. Isabel se siente más entera, «fenomenal». Lleva tres años curada y nunca se cansa de rememorar los comienzos de su «nueva aventura», como ella define a la enfermedad que la retuvo en casa 23 meses y que desgrana, además de en su blog, en conferencias y actos benéficos. «Aún puedo meter mi corazón en una nuez al recordarlo», dice, pero aguanta y no lo hace. Habla sin pausa, muy animada, dispuesta a ofrecer todo su interior para ayudar a quienes la necesiten, como así lo han hecho con ella médicos, seguidores de sus post, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), sus amigos y muchas mujeres que en su día pasaron por lo mismo, que la llamaron para que resistiera el envite.

Soltar las cargas inútiles

Isabel Franco tenía 37 años cuando oyó eso de 'metástasis'. Acudió a los especialistas porque casi no podía mover el brazo izquierdo. «En el hospital me llamaron la última. Claro, imaginé que como las demás tenían cáncer a mí me dejaban para el final y mira tú, el tumor había crecido a sus anchas e invadido otras zonas de mi cuerpo». Quimioterapia, radioterapia, revisiones y más revisiones. En un post describe una de las lecciones aprendidas: «Menos mal que con el tiempo me he quitado un montón de cargas inútiles de la mochila, con lo que espero, al menos, que la aventura de mi descubrimiento me resulte menos cansada y más ligera».

De viva voz explica que asumimos cargas innecesarias, deudas económicas que nos quitan el sueño, que nunca nos contentamos con nada ni sabemos disfrutar del momento. «Con menos se puede ser más feliz. Un mazazo así te cambia el orden de prioridades. Es muy duro al principio, pero luego te das cuenta de que sigues viva y de que puedes tomar la decisión de luchar, algo imposible de hacer si sufres un accidente. También es duro para los familiares, los grandes olvidados del cáncer, y las personas que quieren ayudarte y no saben cómo». A todas las familias afectadas, Isabel les envía su cariño y su implacable decisión de sobrevivir. Porque, matiza en otro de sus post, «no somos supervivientes, sino sobrevivientes», y añade que la única forma de salir adelante es confiando en una misma y en los tratamientos.

Paula Rosas estampa la receta de ese 'salir adelante' en su propia bitácora: «Ten fe, deja que todo lo bueno fluya por ti y cierra las puertas a lo malo (al miedo, a la angustia, a la hostilidad, al prodigarse, al victimismo, a la culpabilidad, a la pena,...) rodéate de gente que solo su presencia es como luz en tu camino... ¡y sé guerrera y valiente para afrontar todo ello!». A Paula le diagnosticaron cáncer en un seno. Cuando ya casi se había recuperado, su padre enfermó de cáncer y murió. Meses después, de nuevo otro golpe. Aquel tumor de mama casi curado había alcanzado el hígado.

Justamente hace un año, un día como hoy, escribía: «No es por casualidad ni es por ser hoy el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama... Amig@s, he de deciros que voy a tener que cambiar de nuevo el título del Blog... Sí, os confirmo el que era el peor de mis temores durante mis últimas publicaciones: tengo cáncer de mama... en el hígado». Post tras post, el pasado 5 de mayo contaba: «Sigo con mi quimio en pastillas y mis anticuerpos, ya me creció el pelito, me he quitado la pañoleta y, la verdad, me encuentro fuerte y con buen aspecto (...). «La vida no es fácil. Nadie dijo que lo fuese. Y los que hemos experimentado una recaída así lo sabemos. Somos muchos los que aprendemos a ver que no vale con soportar una colleja de la vida y que tu cuenta ya queda saldada. Sabemos que la vida puede darnos varias collejas pero lo bonito de todo esto es aprender de ellas. Porque aprendiendo de ellas, puede llegar el día que, sin darte cuenta, las esquives. Vendrán otras, aprenderemos y otras...».

Como a Isabel. Cuando quiso incorporarse a su puesto en un ayuntamiento murciano, le dijeron que ya no la necesitaban. Seis meses más de trabajo y al paro. «Intentaba volver a sentirme activa y me vi de repente otra vez en casa, y no por la enfermedad. Fue duro».

El blog de Isabel ganó el concurso 'Cuaderno de bitácora' que organiza 20Minutos y premia al mejor blog de medios de comunicación, «¡por encima de Mercedes Milá!» comenta efusiva su autora, que tuvo que imponerse a 4.000 blogueros. «Se multiplicaron las visitas, los comentarios, todo el mundo me ofrecía ayuda, fue maravilloso». Responsable de su propia empresa que ofrece servicios de tecnología digital, mantiene abierto el blog e insiste en dejar claro su mensaje: «Que de todo se sale, que un día el tumor acabará cediendo» y que con los tratamientos, aunque dolorosos, te devuelven la vida, porque la capacidad de regeneración del cuerpo es impresionante y la capacidad de las mujeres para sobrevivir, enorme».