Muchos acudieron a votar antes de irse a la playa | VÍCTOR LÓPEZ
22 m | elecciones municipales

De la PDA robada al voto para Teresa Rabal

Las votaciones en los colegios electorales de la provincia dejan un rosario de anécdotas y pequeños incidentesDespistes, sustituciones inesperadas y el tiempo de playa marcan la trastienda de la fiesta de la democracia en Cádiz

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Juan Andrés Romero fue a por churros y no volvió. El mensaje podría sonar tremendista cualquier día del año pero en una jornada de elecciones como la de ayer se convirtió en la nota dominante. Y es que el gaditano pensaba ir a la playa con su mujer, pero se le olvidaba el detalle de que era suplente en una mesa del Palillero. Llegó para firmar y se quedó todo el día. Desventuras o suertes como las de Romero las vivieron multitud de suplentes en la provincia. Participantes de una jornada de elecciones en el que como todas las buenas fiestas, en este caso de la democracia, tienen una trastienda.

Cádiz

Una señora se acerca airosa a Carmen Obregón, apoderada del PP además de concejala del Ayuntamiento. Con una soltura pasmosa va y le suelta: «¿La papeleta para votar a Teresa Rabal dónde está?». En una mezcla de estupor y risa Obregón no comprende a la buena señora que pretendía ejercer su derecho al voto en el Colegio de la Sa lle-Viña. La despistada añade: «Sí hija, yo digo que aparte de la rubia, Teófila, la otra a la que se puede votar». Escenas curiosas y estrambóticas como estas se vieron en multitud de colegios electorales de la capital. Para muestra un botón. El que estaba ubicado en el Colegio Santa Teresa era una caja de sorpresas: listas del censo con votantes nacidos en 1911, la Huchi que votó «para que los Policías Locales sean su novio» o la presencia en una mesa de Santiago Gallardo por quinta vez consecutiva.

Sin embargo, la escena que hizo las delicias de todos los presentes fue la llegada de Isabel Pedreña con la ayuda de la Cruz Roja. Peinando las canas de sus 96 primaveras ayer tuvo claro que quería votar aunque su movilidad reducida se lo impidiera: «No quería perdérmelo. Quién sabe dónde estaré el año que viene». Todo un ejemplo.

San Fernando

En San Fernando las presencia de playeros que decidieron votar antes de aprovechar la jornada veraniega y la presencia de comuniones en los colegios electorales se vio empañada por un incidente ocurrido en el colegio de Camposoto. Allí el despiste de un señor mayor, que introdujo dos papeletas por error en la urna, llevó a escenas de tensión en una mesa. Tal fue el lío que tuvo que estar cerrada durante 20 minutos hasta que se aclaró la situación. Razón por la que el colegio cerró más tarde.

Puerto Real

Chiqui dejó a todos atónitos cuando irrumpió en el Colegio reyes Católicos vestida con un traje de gitana. Por detrás, sus cuatro amigas con una camiseta que lo explicaba todo: «Despedida de soltera de Chiqui». Los presentes en las instalaciones pasaron del asombro al jaleo de la homenajeada que decidió votar en torno a la una de la tarde. A esa misma hora, Juan Antonio Barroso acudía a votar tras tener que aplazar la primera convocatoria con los medios al estar enfermo con fiebre.

Jerez

A primera hora de la mañana se produjo en Jerez un incidente que a punto estuvo de terminar con un colegio electoral cerrado. Fue en El Cuco, donde interventores y apoderados del PP y PSA descubrieron que un miembro de Foro Ciudadano estaba repartiendo disimuladamente papeletas de su agrupación a la entrada del recinto. Finalmente, el individuo se marchó y el resto de la jornada transcurrió con normalidad.

La Línea

La anécdota de traca se produjo en La Línea. Allí, un interventor del PSOE fue detenido por sustraer una PDA durante las votaciones en el Colegio Andalucía. El policía, que montaba guardia en el centro escolar, fue al departamento en el que había dejado el dispositivo para comprobar si se había cargado y comprobó que no estaba donde lo había dejado. El agente constató que sólo una persona, el detenido, había pasado por el lugar, por lo que procedió a cachearlo y le encontró el aparato que había desaparecido.