El legado de Muñoz Seca se recupera para el público

«Me podéis quitar todo, la familia, la libertad, mis bienes... Pero, ¿sabéis lo que no podréis quitarme jamás?. Este miedo horrible que tengo». A Muñoz Seca lo fusilaron por monárquico. Cuatro meses después de que estallara la Guerra Civil fue asesinado por los republicanos en Paracuellos del Jarama. Pero el comediógrafo portuense no cejó en sus convicciones ni cuando el ambiente en España auguraba el conflicto. Sólo un día, o apenas unas horas antes de que se desatara la guerra, el 17 de julio de 1936, estrenó en Barcelona la que fue su última obra, La tonta del rizo.

Este malogrado final para una vida consagrada a la comedia bien le habría valido como argumento para otra 'astracanada' que de seguro habría escrito el portuense de haber conocido su destino. Las situaciones absurdas, el sarcasmo extremo y el escepticismo frente a todo, y por supuesto ante sí mismo, fueron su bandera y su legado para la literatura española, con más de cien obras teatrales y un particular estilo de concebir el humor que forma parte de la historia de las letras.

Un patrimonio que su fundación, creada en 1995 y presidida ahora por su nieta, Rocío Usía, ha recuperado para el público en una nueva sede de acceso gratuito. El edificio San Luis, en las inmediaciones de la Plaza de Toros, alberga desde ayer la exposición que repasa la vida y la obra del autor de 'La venganza de don Mendo'. Como detalle, una copia del manuscrito de esta obra -el original se encuentra en la fundación Juan March; pero las piezas más valiosas son sus escritos de puño y letra y sus objetos personales. La capa y el sombrero de copa que solían componer su atuendo y el mobiliario completo de su estudio, cedido por sus descendientes. Unas piezas que se encontraban en la casa familiar de la calle Nevería, sede de la fundación hasta que hace unos meses, la acción de las terminas y el elevado coste del alquiler obligó a la familia a abandonar.

Curiosidades

El ayuntamiento ofreció entonces unas dependencias de este edificio, anexo al colegio de los Jesuitas donde el joven Pedro cursó sus estudios con unas notas de sobresalientes, notables y aprobados. Esta es una de las curiosidades que se pueden admirar en los paneles de la muestra, que recogen desde las valoraciones de genios coetáneos como Valle- Inclán hasta el impacto de su obra en el cine. En las vitrinas se exponen multitud de primeras ediciones de sus comedias, con especial atención para sus ilustraciones.