Las piqueras dejaron salir el mosto tras el proceso de la pisa./ ESTEBAN
Jerez

Testigos de las raíces de la vendimia

El tradicional acto de La Pisa de la Uva proclamó ayer el nacimiento del nuevo mosto en el reducto de la Catedral y dio el pistoletazo de salida al grueso del programa festivo

JEREZ Actualizado: Guardar
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Bajo la atenta mirada de muchos jerezanos y visitantes curiosos por conocer una de las tradiciones de esta ciudad, ayer se celebró la ya popular Pisa de la Uva, acto que recrea el momento del nacimiento del mosto y que permite trasladar al público hasta aquellos tiempos en los que esta singular práctica era algo habitual.

De esta manera, el entorno de la Catedral de Jerez fue el lugar de celebración de esta emblemática cita en la que miles de espectadores disfrutaron como testigos directos de la puesta en escena de las raíces de la vendimia. Para ello, un grupo de jóvenes vendimiadores y una cuadrilla de pisadores de Harveys -ya expertos en la materia-, fueron los encargados de representar este momento tan especial, que, además, da el pistoletazo de salida al ciclo festivo y cultural que acaba de comenzar en la ciudad.

Fue así como Jerez volvió ayer a su pasado más bello, y al ritmo de la música de la orquesta fueron llegando las grandes cestas hasta el lagar, para a continuación poder recoger las uvas que pronto serían convertidas en nuevo mosto.

Regreso al pasado

Una vez subidos los racimos, la cuadrilla de pisadores, dispuesta a marcar la tradición, comenzó su labor al ritmo de la música interpretada por la Banda Municipal. Movimiento a movimiento, la uva fue desprendiendo su jugo hasta conseguir traspasar los piquetes y llenar varios barriles de mosto, una bella estampa que contó con el sonido de las campanas de la Catedral de fondo y el vuelo de unas palomas mensajeras encargadas de dar «la buena nueva».

Acompañantes

A todo este espectáculo, formado por un total de treinta vendimiadores, representantes del Gobierno local, músicos y un buen número de espectadores, no le podía faltar la presencia del flamenco, también seña de la ciudad.

Por ello, uno de los momentos más admirados llegó con una actuación flamenca que contó con Diego de Rubichi al toque, Eva de Rubichi al cante y Manuela Núñez al baile.

Asimismo, el párroco José Luis Repetto bendijo tanto la uva como el nuevo mosto que se obtuvo gracias a la labor de los pisadores y arrumbadores de Harveys.

Al ritmo del himno de la Vendimia, interpretado por la Banda Municipal de Música, se puso punto final a un evento con el que la ciudad, una vez más, rindió homenaje a las labores tradicionales relacionadas con la producción de nuestros caldos. No obstante, después los asistentes pudieron disfrutar de una copa degustativa, y no faltaron los más curiosos que quisieron asomarse hasta el lagar para poder ver de cerca el mosto que acababa de nacer.