Un tercio de los españoles justifica el fraude fiscal en determinadas circunstancias

«Yo defraudo porque no me queda más remedio». Es uno de los pretextos utilizados por un tercio de los españoles para amparar el fraude a Hacienda en determinadas circunstancias.

El Barómetro Fiscal 2008 del Instituto de Estudios Fiscales (IEF) desvela que el 33% de los ciudadanos justifica la evasión de impuestos, una conducta que el Código Penal tipifica como delito y que la Agencia Tributaria persigue.

El IEF detalla que el 28% defiende ese comportamiento con argumentos del tipo «son las circunstancias las que obligan» o «hay circunstancias que justifican cierto fraude para salir adelante». Saben que su conducta es incorrecta, pero la consideran una maldad necesaria para su supervivencia.

Ese dilema moral no existe para otro 5% que cree que «lo normal es evadir impuestos».

Incremento en 2008

Para otros dos tercios de la población, el fraude «no se puede justificar» por una cuestión de «solidaridad y principios». Llama la atención el incremento de este porcentaje en 2008, el año del estallido de la gran crisis que ha arruinado muchas economías domésticas. En 2007, cuando la sensación de seguridad económica era mucho mayor, sólo el 51% consideraba inadmisible el fraude y para el 49% restante era aceptable. Profesionales y parados son los colectivos más proclives a justificarlo, seguidos de agricultores, empresarios y asalariados.

Dos tercios de los ciudadanos, el 67%, piensan que el fraude a Hacienda ha aumentado en la última década, frente al 33% que opina lo contrario. El 39%, además, considera que la evasión de impuestos es una conducta generalizada en España.

La opinión pública española expresa su convencimiento de que ciertos colectivos defraudan «habitual y sistemáticamente», sobre todo los empresarios, los profesionales liberales y los autónomos, por estar sometidas sus actividades a un menor control. Es significativo que incluso el 35% de los empresarios consultados suscribe que su colectivo es el más defraudador.