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Los nuevos servicios funerarios arrasan en EE UU: ya es posible hasta 'guardar' al difunto en un anillo de carbono

| LOS ÁNGELES Actualizado: Guardar
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Los muertos pueden convertirse en un diamante o en una escultura, viajar al espacio exterior o mandar e-mails desde la tumba, gracias a los servicios fúnebres que han convertido la muerte en un negocio para soñadores. «Hay una clara tendencia a apartarse de los conceptos tradicionales de enterramiento, por lo menos en los Estados Unidos. Si el funeral es de un cocinero, la gente puede que quiera usar una réplica de cocina en el funeral», afirmó a George Frankel, un miembro de Eternal Reefs, una empresa que transforma las cenizas funerarias en arrecifes de coral.

Se puede llevar a un ser querido en un dedo de la mano en un anillo con un diamante incrustado, hecho con los restos de carbono de su cremación o con un mechón de su pelo.

LifeGem, una empresa dedicada a esta transformación, afirma en su página web que «un diamante dura toda la vida, igual que un ser querido, en la memoria».

Necroescultores

El más barato de estos diamantes que encierran el alma del difunto cuesta 2,700 dólares (1.700 euros) y el más caro 25,000 dólares (17.400 euros). Para obtener un recuerdo más vivo aún algunos escultores usan las cenizas para crear esculturas memoriales de todo tipo que llenen alguna sala a modo de recuerdo decorativo. «Las personas que me han encargado este trabajo, es porque no quieren echar al olvido sus seres queridos y el conservar de alguna manera lo que queda de ellos, les sirve de consuelo», afirmó el necroescultor colombiano Oscar de Julián.

También existen servicios on line a modo de «caja de los recuerdos» donde cualquiera puede dejar un mensaje, una fotografía o un vídeo para la posteridad, eligiendo a quien le llegará el contenido el día de su muerte, aunque hay que asegurarse de que los destinatarios vivan más años. «Estamos muy sorprendidos por el interés que está suscitando este servicio. Tenemos miles de visitantes y nuevos miembros de todo el mundo», explicó a el director de uno de estos servicios, Last Messages Club, Geoff Reiss, que ya causó furor con sus ataudes diseñados a la carta.

También se puede dejar la tierra no sólo en alma, sino en cuerpo y enviar las cenizas a la cúpula celeste en un enterramiento espacial.

Space Services Inc. es la única empresa que envía a los muertos al otro mundo en cápsulas con un máximo de siete gramos de cenizas cuyo precio ronda desde los 695 dólares (483 euros) para una persona, y los 7.485 dólares, (5.200 euros) en los que se incluyen dos. El coste varía según los gramos de ceniza y la órbita elegida para que las pequeñas cápsulas se asomen al mundo que han dejado atrás, pudiendo dar vueltas alrededor de la tierra o de la luna. Otra opción funeraria es pasar a la otra vida por medio de la momificación, siguiendo la tradición ancestral de los grandes faraones.