Ciudadanos

Los alumnos del encierro plantean pedir un día sin clases para un debate

La primera jornada de encierro de los alumnos de la UCA transcurrió sin incidencias. La mayor parte de los jóvenes durmieron en la planta baja, donde tenían instalado el punto de encuentro. En total fueron algo más de 40 alumnos de todas las titulaciones que se fueron sumando a lo largo de la tarde hasta el cierre de la Facultad de Filosofía y Letras. Algunos de ellos trasladaron los sacos a la sala de profesores, situada en la primera planta, para evitar el frío, tal como indicó el personal del centro.

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«El objetivo del encierro es informativo y no busca la confrontación», explicó José Gallego, uno de los estudiantes que pasó la noche en la facultad. La protesta durará hasta el próximo jueves y los alumnos plantean pedir el corte de las clases para celebrar un debate con profesores y universitarios. A la iniciativa invitarán al decano del centro, Manuel Arcila, al que volverán a exponer los mostivos del rechazo a la reforma universitaria.

Ésta es una de las principales reivindicaciones de los opositores al Plan Bolonia, que han exigido al rector mayor información sobre el proceso a través de un debate público y tomar partido en el mismo. Para ello exigen la celebración de un referéndum vinculante en el que todos muestren su opinión.

El secretario de Filosofía y Letras, Jacinco Espinosa, explicó que la vuelta al centro tras la primera noche de encierro fue tranquila. «No había suciedad y los estudiantes se levantaron en orden para asistir a las clases de la mañana», comentó. De la misma forma recalcó que «no alborotaron ni buscan la confrontación». Durante la tarde continuaron con las actividades previstas, entre ellas proyección de documentales y mesas redondas.

Espinosa insistió en que la facultad facilitará los medios para que puedan continuar con su protestas, siempre que lo hagan en orden. El centro ha abierto un aula para que puedan celebrar los encuentros y les volverá a dejar la llave de la sala de profesores para pasar la noche de hoy si así lo precisan.

Los alumnos concentrados critican el sistema de grados del Plan Bolonia, que consideran «generalista» cuando las empresas buscan a profesionales especializados. En su opinión, eso dificulta el acceso al mercado laboral que exigirá a titulados de máster, que tendrán que abonar los propios alumnos. Ante este nuevo paronama piden al Gobierno que se haga cargo del pago de esas matrículas y no las deje en mano de los bancos a través de los créditos- renta, uno de los aspectos más criticados del proceso europeo.

El movimiento estudiantil se ha extendido por toda España, focalizado en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde los alumnos iniciaron los encierros. Es precisamente allí donde ya hay 28 jóvenes expedientados por herir a dos guardias de seguridad durante una de las protestas de 2007. Los universitarios gaditanos mostraron su solidaridad con ellos, aunque rechazaron cualquier tipo de violencia.

emartos@lavozdigital.es