Elena Anaya (dcha) y Pilar López de Ayala.
Cultura

El rodaje de la nueva película de Díaz Yanes llega a Zahara de los Atunes

El ganador del Goya y director de 'Alatriste' ya rueda en la costa las escenas que abren 'Sólo quiero caminar' Elena Anaya y Pilar López de Ayala protagonizaron algunas de las tomas que podrán verse al principio del filme

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Con discreción, pese a la gran parafernalia que persigue a un rodaje de alto presupuesto para lo que se gasta en el cine español, ayer comenzó la filmación en Zahara de los Atunesde las últimas escenas (las primeras del filme) de Sólo quiero caminar. Es el cuarto film de Agustín Díaz Yanes y continuación de su primera película Nadie hablará de nosotros cuando estemos muertas, que le supuso ocho premios Goya, entre ellos el de mejor director novel, y entrar con fuerza en el panorama cinematográfico nacional e internacional.

Hablando de coincidencias, por ejemplo la de abril, mes del rodaje, y Victoria Abril, la protagonista de la película, a la que Díaz Yanes dirige por tercera vez, no lo es sin embargo que el director haya elegido la Costa de la Luz para algunas escenas de esta película. Ya quedó fascinado con la luz y los paisajes de la costa gaditana al rodar Alatriste, su película más taquillera y probablemente la menos personal.

Abril, la actriz fetiche de Yanes, con la que ya colaboró como guionista en Baton Rouge (Rafael Monleón, 1988) y A solas contigo (Eduardo Campoy, 1990), no apareció en la mañana de ayer por el set de rodaje, ya que lo hará a finales de semana para «rodar todas sus escenas de un tirón», explicó un miembro del equipo de producción, como tampoco lo hizo Ariadna Gil. Pero sí estuvieron dos de las protagonistas, Elena Anaya y Pilar López de Ayala, junto a Carlos Bardem, hermano del oscarizado Javier y que también cuenta con un papel en estas coproducción hispanomexicana. Los tres - Carlos Bardem en un rol de monja junto a su madre Pilar- y Ariadna Gil participaron en diversos roles en Alatriste.

Ayer el ambiente de rodaje era de cierta tranquilidad dentro del amplio despliegue de personal y recursos que necesita un proyecto cuyo presupuesto, no confirmado, oscila entre los 8 y los 12 millones de euros. Además de un importante catering para el equipo, servido en varias carpas cercanas al chalet donde se rodaban las tomas, tres camiones de material eran los únicos testigos del intenso trabajo que desarrollaron el director y su equipo.

Un flamante chalé con piscina, construido hace menos de un año y al borde del mar era el escenario de un set al que de momento no se permite el acceso a los medios. Una discreción que está siendo marca de la producción y que, al menos durante el primer día, consiguió que los únicos afortunados en ver algo fueran algunos vecinos de la zona y turistas que paseaban cerca de la playa. Una pareja de Madrid, cargada con su toalla, discutía sobre la belleza de una de las actrices. «Pues tampoco es para tanto», decía ella. «Anaya me parece muy guapa», decía el otro, siempre desde la distancia mientras vislumbraban las réplicas de los actores. Pese a ser las últimas escenas antes de acabar el rodaje, desde la producción confirmaron que las dos escenas filmadas ayer corresponden a las primeras tomas que se verán al inicio de la película. Durante las dos próximas semanas el equipo se trasladará a otras localizaciones para filmar varias tomas de acción y quizás un reencuentro. La luz de la Costa gaditana también será protagonista.