Recep Tayyip Erdogan en Hamburgo
Recep Tayyip Erdogan en Hamburgo - EFE

Erdogan sigue los pasos de Trump y se niega a ratificar el Acuerdo del Clima

EE.UU. también se quedó al margen del documento de Los 19,que protege el libre comercio

Corresponsal en Berlín Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La presidenta por turno del G-20, Angela Merkel, creyó haber conseguido lo que se proponía en la cumbre de Hamburgo, salvaguardando el Acuerdo de París en el núcleo del documento final, que habla de una «rápida» implementación de ese primer instrumento global para luchar contra el calentamiento global y lo reconoce como «innegociable». Trump parecía quedar aislado en su posición de abandono del acuerdo, hecho sobre el que los otros 19 «toman nota», pero antes de partir hacia Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan, hizo unas declaraciones en las que puso en duda que su país vaya a ratificar finalmente el pacto alcanzado en la capital francesa en diciembre de 2015. «En el encuentro le dije a Merkel y a Macron que mientras la promesa que se nos hizo no se mantenga y no sean levantadas las sanciones, no ratificaremos el acuerdo en nuestro Parlamento», dijo, siguiendo los pasos de EE.UU. y terminando así con el aislamiento de Trump.

Erdogan se cobraba así la factura de una tensa relación con Alemania y desaires que no está dispuesto a perdonar, como no haberle permitido celebrar mítines electorales en Alemania.

Los negociadores estadounidenses también lograron introducir en la declaración una controvertida frase sobre el uso de combustibles fósiles, afirmando que EE.UU. ayudará a terceros países a «utilizar combustibles fósiles», como el carbón y el petróleo, que son altamente contaminantes, «de forma más limpia y efectiva». El añadido fue matizado a última hora por presión directa del presidente francés, Emmanuel Macron, apostillando además: «Así como otras fuentes de energía renovables y limpias».

«Ha quedado claro que no ha habido unanimidad. Ahí donde no hay consenso debe quedar también patente en el comunicado el disenso», dijo Merkel tras saberse también que, en el crucial párrafo sobre libre comercio, en el que el G-20 garantiza que «mantendremos los mercados abiertos destacando la importancia de marcos de comercio e inversión ventajosos para todos; continuaremos combatiendo el proteccionismo, incluidas todas las prácticas comerciales injustas y reconoceremos el papel en este ámbito de los instrumentos legítimos de defensa», Trump había conseguido el reconocimiento de «el papel de instrumentos legítimos de defensa» en el ámbito comercial, otro tanto a favor del controvertido presidente.

Una división profunda

Pero aunque las delegaciones lograsen pactar ese documento, frase por frase, resulta evidente que se ha abierto una grieta en el club que amenaza con resquebrajar la gobernanza global. Los líderes que habían compartido mesa de negociaciones y concierto tomaron al salir de Hamburgo caminos muy diferentes. El presidente francés, Emmanuele Macron, anunció la celebración de una nueva Cumbre del Clima en París para el próximo 12 de diciembre con la esperanza de poder «todavía» convencer a su homólogo estadounidense y avanzando que en esa segunda Cumbre de París se abordarán nuevos instrumentos de financiación.

Trump, por su parte, anunció un inminente acuerdo comercial entre EE.UU. y Reino Unido «muy rápido y potente» y «muy, muy grande», que supondría un balón de oxígeno para Theresa May, en plena negociación del Brexit, y que burla la advertencia de Bruselas sobre la ilegalidad de cualquier acuerdo bilateral mientras Reino Unido siga formalmente dentro de la UE. Trump ningunea así a las instituciones de Bruselas y comienza a buscar acuerdos bilaterales que ignoran la multilateralidad como principio de la política internacional. Deja establecida una «relación personal» con Vladimir Putin, según ha reconocido el propio presidente ruso, y ha firmado con él una tregua en Siria, también al margen de las organizaciones internacionales.

Ver los comentarios