Sergio Jaramillo, durante la entrevista en el Palacio de Viana
Sergio Jaramillo, durante la entrevista en el Palacio de Viana - José Ramón Ladra

Sergio Jaramillo: «Nadie soportaría que las FARC apoyen su futuro proyecto político en los fondos del narco»

El Alto Comisionado para la Paz de Colombia ve «posible» firmar la paz con la principal guerrilla del país «dentro de unos meses»

Madrid Actualizado: Guardar
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Sergio Jaramillo (Bogotá, 1966) es considerado el «estratega» del proceso de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que se desarrolla en Cuba. Filósofo y filólogo, en el Gobierno de Juan Manuel Santos desde que comenzó su mandato en 2010, ve «posible» llegar a un acuerdo «dentro de unos meses». Tras explicar su experiencia en las negociaciones de La Habana a los ministros de Exteriores de la Unión Europea en Luxemburgo, este martes se entrevistó en Madrid con José Manuel García-Margallo y Jorge Moragas, e intervino en la Casa de América. En su agenda de este miércoles figuran encuentros con Felipe González, Pedro Sánchez y Albert Rivera.

-¿Qué mensaje ha trasladado en su visita a Luxemburgo y Madrid, y qué espera de la UE y de España en el postconflicto colombiano?

-El mensaje es que si llegamos a un acuerdo es un logro de todos los colombianos, pero también de Europa y de España en particular con todo el apoyo que nos han dado estos años. Queremos aprovechar la riquísima experiencia europea en materia de reconstrucción tras una guerra. Lo de Colombia es otra escala, pero si se mira el número de víctimas, 6-7 millones de víctimas de 45-46 millones de habitantes, no es tan distinta la proporción. Europa siempre ha estado comprometida con eso.

-¿Cuándo se hará efectivo el alto el fuego bilateral y definitivo, y la entrega de armas a la que se resisten las FARC? ¿Cuándo se firmará la paz?

-Estamos discutiendo un calendario ya preciso de forma que cuando se firme el acuerdo establezca qué ocurre a los diez días, a los treinta, a los sesenta. Incluye la puesta en marcha del alto el fuego definitivo pero también un calendario sobre cómo las FARC van dejando las armas y cómo en paralelo el Gobierno va implementando los acuerdos. Creemos perfectamente posible terminar dentro de unos meses.

«La actitud de los colombianos en la reconciliación depende sobre todo de las señales que les manden las FARC»

-Con un país tan polarizado en la cuestión de la paz ¿cómo están gestionando el postconflicto para que no fracase, cuando muchos colombianos quieren ver a los guerrilleros cumpliendo largas condenas en la cárcel y no en el Congreso?

-La cifra de los expertos es que de los procesos que fracasan, el 50% lo hacen después de la firma del acuerdo. Es una llamada de atención a no perder de vista que de lo que se trata no es de firmar un papel si no de llevar las cosas a la realidad, tenemos que concentrarnos en esos primeros 12 o 24 meses después de la firma. El presidente Santos creó un ministerio del interior de la presidencia, el ministerio del postconflicto, con Rafael Pardo al frente, un colombiano que tiene la mayor experiencia en estos temas. La actitud de los colombianos depende de muchas cosas, pero sobre todo de lo que hagan las FARC, de las señales que les manden a partir de ahora con el fin de que abran espacios para la convivencia y en un futuro la reconciliación.

-Por primera vez en quince años ha habido un repunte de los cultivos de coca en Colombia (un 44% hasta las 69.000 hectáreas, según las últimas cifras de la ONU). ¿Cómo van a desmontar esta financiación de la guerrilla y convencer a los rebeldes de que vivir de un sueldo en la legalidad es más rentable que estar financiados por el narco?

- En el acuerdo ya alcanzado hay un compromiso concreto de las FARC de romper cualquier relación con las drogas. Es una condición necesaria para una transición política. Nadie soportaría que las FARC apoyen su futuro proyecto político en esos fondos. Luego acordamos poner en marcha por primera vez en Colombia un gran plan nacional de sustitución de cultivos y desarrollo alternativo. En paralelo reforzar fuertemente el combate contra el crimen organizado sobre todo el nivel territorial, el que alimenta la economía de la coca. Sin ese crimen organizado, que provee fondos y semillas, y coacciona a los campesinos, esta economía de la coca no funcionaría. Hay que separar el problema del cultivador, un problema de desarrollo de esa región, y el del crimen organizado, sobre el que hay que hacer caer todo el peso de la ley.

-La guerrilla aún tiene en su poder unos 10.500 millones de dólares, según la cifra de 2012 publicada la semana pasada por «The Economist». ¿Cómo van a conseguir que ese dinero sea destinado a reparar a las víctimas del conflicto?

-Ese es el compromiso que adquirieron en el acuerdo sobre víctimas. Hay un compromiso concreto de las FARC de que van a contribuir a la reparación material de las víctimas, un compromiso que tendremos que verificar y por el que la guerrilla tendrá que responder.

-¿Pueden alegar que están arruinadas?

-Justamente lo que ha hecho el presidente Santos es que las FARC tendrán que contribuir a esa reparación y si encontramos cualquier bien que no está puesto a disposición del proceso y de las víctimas, el Gobierno recurrirá a la ley de extinción de dominio.

-¿Qué está haciendo el Gobierno para disipar temores de que crímenes de lesa humanidad queden impunes con la llamada justicia transicional?

-En Colombia ya hay experiencias anteriores importantes, recientemente en el caso de las Autodefensas (paramilitares). La diferencia esta vez es la puesta en marcha de un sistema integral, que no solo está enfocado en el tratamiento penal de los crímenes más graves si no que los complementa con una comisión de la verdad, con una unidad de búsqueda de los miles de desaparecidos que ha dejado el conflicto con diferentes medidas de reparación.

-El escándalo de los llamados «falsos positivos», civiles asesinados haciéndolos pasar por guerrilleros muertos, es otro de los asuntos que usted conoce a fondo. ¿Se ha llegado hasta el final en su investigación y castigo a los culpables?

-Es un tema que hoy no me corresponde como comisionado de paz, pero puedo decir que se abren ahora nuevos escenarios con la firma de un acuerdo para esclarecer esos terribles delitos y para que los culpables reconozcan su responsabilidad.

-¿Cómo es negociar en Cuba? ¿Es cierto que las guerrilleras son negociadoras más duras que los guerrilleros?

-No me lo ha parecido. Vivimos en una especie de encierro permanente desde hace más de cuatro años, difícil de describir, dedicados a esta negociación que esperamos termine pronto. El Gobierno de Santos consideraba muy inconveniente que fuera en Colombia. El lugar que logramos acordar las dos partes fue Cuba y la historia hasta ahora nos ha dado la razón. El Gobierno cubano ha puesto a disposición de Colombia todos los medios necesarios para adelantar la negociación. Fue la decisión correcta.

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