Renzi, a su llegada a una reunión de su partido en Roma
Renzi, a su llegada a una reunión de su partido en Roma - REUTERS

Matteo Renzi gana las primarias en el Partido Democrático italiano

El ex primer ministro logra el 68% de los votos, demostrando que tiene el control del partido, a pesar de su fracaso en el referéndum constitucional y la crisis interna

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El exprimer ministro, Matteo Renzi, de 42 años, gana las primarias del Partido Democrático (PD), con el 68,22 por 100 de los votos. Muy lejos quedan sus dos rivales: Andrea Orlando, el ministro de Justicia, obtiene el 25,42%, y Michele Emiliano, presidente de la región de Apulia, el 6,36%. Se demuestra así que Matteo Renzi tiene el control casi absoluto del partido, sin que aparentemente le hayan perjudicado demasiado tres factores negativos de su gestión: El rotundo fracaso del referéndum constitucional del pasado 4 de diciembre, la escisión del ala izquierda del partido y sus promesas incumplidas como primer ministro.

Estas primarias son una especie de primer asalto porque han votado solamente los inscritos al Partido Democrático: Sobre un total de 430.000 afiliados, se acercaron unos 260.000 a las urnas en las sedes del PD.

Cabe destacar que el desencanto de los militantes, a causa de la política de sus dirigentes y por las luchas internas del partido, ha hecho perder al PD miles de afiliados en toda Italia. Por ejemplo, en Emilia-Romagna, región “roja” por excelencia, el PD ha pasado de 82.098 inscritos en el 2012, a 33.454 en el 2016.

Asalto definitivo, el 30 de abril

El segundo asalto de las primarias, el definitivo, será el 30 de abril y estará abierto no solamente a los militantes sino también a los eventuales electores del Partido Democrático. En las anteriores primarias, en el 2013, cuando Matteo Renzi fue elegido secretario general, los participantes fueron 2.814.881. Para el 30 de abril las previsiones son de que los votantes no llegarán a dos millones, lo que sería un reflejo del desencanto de los electores de la izquierda. En cuatro años, durante la gestión de Renzi, el PD ha perdido más de 100.000 afiliados, una gestión muy criticada hasta el punto de desembocar en el pasado mes de marzo en la escisión de la izquierda del partido encabezada por el exsecretario del PD, Pier Luigi Bersani. Precisamente las divisiones y los litigios han sido una características de la izquierda italiana durante decenios.

Renzi, eufórico

El exprimer ministro, Matteo Renzi, ha acogido con euforia el resultado de estas primarias: “El 68 por 100 es un número impresionante, por encima de nuestras previsiones; viva la democracia”, ha dicho Renzi. Ahora confía en hacerse de nuevo con la secretaría general del PD superando el 50% de los votos el próximo 30 de abril. Quedaría así legitimado para volver a ser candidato del PD a las elecciones generales, previstas en la primavera del 2018, aunque no cabe descartar un adelanto electoral entre septiembre y noviembre.

El gran test para el Partido Democrático llegará muy pronto: En las elecciones locales del 11 de junio, fecha en que se votará en 1.000 municipios para elegir alcalde, algunos son grandes ciudades como Palermo y Génova. Se podrá comprobar entonces la fuerza del PD y la influencia que ha tenido en el partido la escisión. A pesar de su éxito en las primarias, muchos observadores consideran que Renzi es un político “azzoppato” (cojo), porque, si bien realizó algunas reformas, defraudó en el conjunto de su gestión. Hoy su estrella no brilla ni suscita el interés y esperanza que despertó cuando ganó las primarias en el 2013, siendo alcalde de Florencia.

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