Carteles electorales en la campaña de la segunda vuelta de las presidenciales argentinas
Carteles electorales en la campaña de la segunda vuelta de las presidenciales argentinas - EFE

Macri cierra campaña en territorio indígena

Todas las encuestas anticipan una victoria contundente del opositor al kirchenismo

Buenos Aires Actualizado: Guardar
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La suerte, si no está echada, está muy cerca. Los sondeos, prohibidos de difundir en Argentina en vísperas de elecciones, inclinan, por unanimidad, la balanza a favor de Mauricio Macri, el candidato de Cambiemos, una coalición de liberales y socialdemócratas opositora al kirchnerismo. La diferencia mínima que dan para el domingo, incluso encuestas encargadas por el oficialista Daniel Scioli (Frente para la Victoria), es de siete puntos a favor de su adversario.

Carlos Pagni, columnista de «La Nación», resume el escenario actual: «La discusión ya no se centra en la identidad del triunfador, sino en la dimensión de su victoria. ¿Por cuánto ganará el candidato de Cambiemos? Esa es la incógnita principal». Con estos datos y expectativas en el bolsillo, los hombres que compiten por suceder a Cristina Fernández de Kirchner en la Casa Rosada, cerraron sus campañas en territorios simbólicos y estratégicos para tratar de seguir arañando votos hasta el ultimo minuto.

Scioli cerró sus actos con un doblete, en el balneario del Mar del Plata y en La Maestranza, en el principal distrito electoral del país

Mauricio Macri se fue al norte de Argentina. A Jujuy, provincia fronteriza con Bolivia y territorio comanche del kirchnerismo hasta hace unas semanas. El 25 de octubre, fecha de la primera vuelta presidencial, la indígena Milagros Sala, al frente de un virtual ejército (Tupac Amaru) perdió el dominio de más de 53.000 kilómetros cuadrados. En ese extensión imponía su ley, por la fuerza más que la razón, con el visto bueno de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner y de Eduardo Fellner, el gobernador, hasta el 10 de diciembre, que tendrá que ceder su puesto a Gerardo Morales (Cambiemos), tras perder las elecciones.

Ese terreno, reconquistado para la democracia argentina por Cambiemos, fue el elegido por el favorito en los sondeos para pronunciar su último discurso como candidato. En la histórica Quebrada de Humahuaca, en el Monumento al Indio, acompañado de un ritual indígena y hasta de algunos peronistas no kirchneristas, Mauricio Macri buscó desterrar el fantasma del miedo que Daniel Scioli, con anuncios de campaña y declaraciones ha tratado de instalar en los últimos días. A su lado, siempre estuvo el gobernador electo.

Desembarco en Economía

Daniel Scioli, en una carrera contra reloj, para tratar de revertir una tendencia que únicamente una catástrofe o un milagro podrían desviar, hizo doblete en la provincia de la que se despedirá, también el 10 de diciembre para ceder el paso a otra integrante de Cambiemos: Maria Eugenia Vidal, la gran revelación de la primera vuelta y primera mujer en romper 28 años consecutivos de administraciones peronistas en la mayor provincia Argentina: Buenos Aires. El Gobernador Scioli puso el broche de plata a su campaña en el balneario de Mar del Plata y el de oro en La Matanza, principal distrito electoral del país. Scioli, como toda Argentina, sabe que la llave maestra que abre el mayor caudal de votos y tiene capacidad para oscilar la balanza está, precisamente, ahí, en la provincia donde le conocen, perdió partido en primera vuelta y gobernó ocho años.

En este contextos, los escándalos o coletazos de ahogado de la Administración de Cristina Fernández de Kirchner continúan. Las últimas noticias, según publica La Nación, dan cuentan del desembarco masivo de miembros de La Cámpora, la organización política ultrakirchnerista en el Ministerio de Economía donde, prácticamente como en el resto, el Gobierno está dejando colocada a la tropa militante. Esa práctica, en este caso, viene acompañada de un problema: no hay espacio suficiente y se instalan en los pasillos donde matan el tiempo echando las cartas del tarot o jugando con sus teléfonos móviles. El segundo aspecto que diferencia el asalto a la Administración de los que se van es que su llegada se produce después de desaparecer media docena de ordenadores portátiles, varios de mesa, teléfonos móviles, escáner y nueve expedientes con multas a empresas en el edifico de otro que se va, Axel Kicillof. Todo esto, antes de ir a votar.

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