Nicolás Maduro, durante una reunión con el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Diego Padrón (c), y el nuncio apostólico en Caracas, Pietro Parolín (i), en el Palacio de Miraflores en junio de 2013
Nicolás Maduro, durante una reunión con el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Diego Padrón (c), y el nuncio apostólico en Caracas, Pietro Parolín (i), en el Palacio de Miraflores en junio de 2013 - EFE

La llamada de la Iglesia a rebelarse tensa aún más su relación con Maduro

Decidió cambiar de estrategia, a instancias del Vaticano, por los escasos avances del diálogo

Corresponsal en Caracas Actualizado: Guardar
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El llamamiento de la Iglesia católica venezolana para que se celebren elecciones y sean liberados los presos políticos, como salida a la crisis generalizada que atraviesa el país, ha tensado aún más sus ya difíciles relaciones con el Gobierno de Nicolás Maduro. El Arzobispado de Caracas instó a sus feligreses a rebelarse contra la «dictadura» de forma «pacífica y democrática», en las homilías pronunciadas en las misas del pasado domingo.

Los sacerdotes leyeron la homilía del cardenal Jorge Urosa, «Año nuevo en paz y familia», orientada desde la Santa Sede, en la que se aborda la crítica situación económica, política y social que vive Venezuela. La Iglesia católica venezolana califica de «dictadura» el régimen de Maduro por bloquear la Asamblea Nacional, de mayoría opositora desde las legislativas del 6 de diciembre de 2015.

También subraya la necesidad de que los ciudadanos defiendan su derecho al voto, escamoteado por este bloqueo a la Asamblea.

Los choques se remontan a los tiempos de Chávez, cuando el desaparecido presidente dijo que los obispos llevaban «el diablo debajo de la sotana»

El día 13 de enero está prevista una nueva reunión entre el Ejecutivo y la oposición para continuar el diálogo roto en diciembre, tras incumplir el oficialismo los acuerdos. La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha anunciado que no participará mientras Maduro no cumpla los cinco puntos acordados. Como buenos diplomáticos y facilitadores del diálogo es probable que sí acudan los representantes del Vaticano y el Papa Francisco, monseñor Claudio María Celli y el nuncio Aldo Giordano. Y es probable también que le exijan más resultados al régimen, que solo ha liberado a siete presos políticos mientras 126 siguen en la cárcel.

En el documento enviado por el Vaticano para adaptar las homilías de la curia venezolana y promover los cambios que necesita el país se subraya el carácter pacífico que debe tener la protesta social para evitar la violencia y la represión policial. La Iglesia católica ha asumido un papel más activo en la lucha por el cambio, que se vio frustrado por la suspensión del referéndum revocatorio contra Maduro en octubre.

Menos protestas

Al Vaticano también se le atribuye el debilitamiento de la protesta social, suspendida en diciembre para dar una oportunidad al diálogo, que la oposición considera que ha sido «burlado» por Maduro. Por ello la Iglesia ha decidido cambiar de estrategia: apoyar e impulsar las protestas mientras se desarrolla un diálogo en el que pocos creen. Los choques entre la Iglesia y Caracas se remontan a los tiempos de Chávez, cuando el presidente dijo que los obispos llevaban «el diablo debajo de la sotana».

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