Caso Alton Sterling

El largo historial de la policía de EE.UU. abatiendo a ciudadanos negros

La muerte de Alton Sterling vuelve a tensar la cuerda entre los agentes blancos y la población afroamericana. Un enfrentamiento que se ha recrudecido en los últimos dos años. Repasamos los casos más llamativos hasta llegar al más reciente

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  1. Michael Brown, la muerte que encendió la mecha de las protestas (9-08-2014)

    La muerte del joven de 18 años Michael Brown abatido por un policía blanco en agosto de 2014 en la ciudad de Ferguson (Misouri) no resultó un dato más en las estadistas sobre las muertes violentas en Estados Unidos. Su muerte, tras haber robado con «gran violencia» en una tienda una caja de puros, por valor de 48,9 dólares (36,5 euros), abrió muchas incógnitas, al no poder precisarse las circunstancias del enfrentamiento entre el agente, Darren Wilson, y Brown.

    Las protestas se sucedieron tras la muerte del joven, que venía a recrudecer las eternas tensiones entre la policía estadounidense, especialmente cuando actúan agentes blancos, por el excesivo uso de fuerza en detenciones de afroamericanos. Los enfrentamientos y saqueos se saldaron con la detención de 32 personas.

    Estas volvieron a intensificarse cuando el Gran Jurado decidió no imputar a Wilson, el agente de 28 años que desde entonces vive prácticamente escondido, debido a las amenazas de muerte que recibe, en una casa que compró con donaciones.

    El caso de Ferguson puso la lupa sobre la policía de esta localidad y provocó la pertura de una investigación por parte del Departamento de Justicia. El resultado fue la publicación, en marzo de 2015, de un informe que denunció un «sesgo racial» en las prácticas policiales en esta localidad de Misuri. Esto desembocó en la dimision inmediata del jefe de policía de Ferguson, Thomas Jackson.

    Algo que no alivió la tensión. De ahí que en mayo de 2016 fuera nombrado responsable de la Policía de la localidad el afromaericano Delrish Moss.

  2. Laquan McDonald, 17 años y 16 disparos (20-10-2014)

    Dos meses después, otro joven afroamericano Laquan McDonald, de 17 años, moría tras haber recibido 16 disparos de otro agente blanco. Su delito: no detenerse ante el requerimiento del agente, que le disparó desde varios metros. McDonald no llevaba pistola. Según el agente, portaba un cuchillo.

    El vídeo, que se hizo viral, mostraba una secuencia del joven que andaba por medio de la autopista como desorientado (después dirían que habría tomado drogas), pero que no se presentaba como una amenaza. El agente que le abatió, Jason Van Dyke, de 37 años, está pediente de juicio (es el primer caso que va a los tribunales de Chicago en 35 años).

    La muerte de McDonald provocó numerosas protestas en una ciudad donde el enfrentamiento racial entre la policia y la comunidad negra es muy acusado.

    En enero de 2015, el alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, cesó al superintendente de Policía Garry McCarthy alegando falta de confianza como consecuencia del caso McDonald.

  3. Tamir Rice, 12 años, armado con una pistola de juguete (23-11-2014)

    El caso de Tamir Rice es uno de los más dramáticos. Con solo 12 años, jugaba con una pistola de juguete en el parque de la ciudad de Cleveland (Ohio) cuando alguien aviso a la policía de que un afroamericano estaba tenía un arma, aunque no supo precisar si era de verdad o de juguete. El niño estaba sentado en un banco cuando acudió un coche de la Policía, como muestran las imágenes de nuevo de un vídeo. Se levanto y se acercó al coche tocándose la cadera. En ese momento, los agentes disparaon a Rice que murió al día siguiente como consecuencia de las heridas.

    El agente Timothy Loehmann y su compañero Frank Garmback fueron absueltos en los tribunales -el fiscal del condado, Tim McGinty, aseguró que Rice murió por «una tormenta perfecta de errores humanos»-, pero la ciudad de Cleveland llegó a un acuerdo con la familia por el cual esta recibírá seis millones de dólares como indemnización. (tres en 2016, y otros tres, el próximo año).

    El caso abrió un debate sobre la necesidad de cambiar la presentación de las armas de juguete, fabricándolas con colores más llamativos que permitan diferenciar de lejos que se trata de simples juguetes y no de armas reales.

  4. Freddie Gray, 25 años, el cuello roto en una furgoneta (19-04-2015)

    Freddie Gray falleció tras sufrir una lesión muy severa en su médila espinal después de haber sido detenido una semana antes en Baltimore.

    La policía le detuvo por supuestamente llevar una navaja y salir corriendo al ver a la policía. La fiscal del estado Marylin Mosby dijo que era un «cuchillo legal» y el Comisionado de la Policía Anthony Batts dijo que no sabía por qué había sido detenido porque «correr no es ilegal».

    Gray, que fue esposado de manos y pies, sufría asma y pidió asistencia médica tras entrar en estado de shock pero los policías no atendieron a sus peticiones.

    Los agentes, además, no pusieron el cinturón a Gray y el vehículo paró hasta en cuatro ocasiones en su camino a la comisaria. El fiscal lo consideró una «verdadera negligencia».

    Su fallecimiento volvió a encender las protestas en una ciudad con una gran población afroamericana. Seis policías fueron acusados de homicidio. Entre ellos, el agente que conducía la furgoneta, Caesar Goodson, que fue exculpado hace tan solo unos días.

    La defensa del policía argumentó que Gray se autolesionó al caerse en la furgoneta y que Goodson no tenía la preparación necesaria para saber si Gray de verdad necesitaba asistencia.

    A otro de los agentes, Edward Nero, le han retirado los cargos. Y un tercero, William G. Porter, tuvo un juicio nulo. Se enfrentará al juez de nuevo el 5 de septiembre.

    Este martes comenzó el juicio contra el policía de más alto rango acusado de al muerte de Gray, el teniente Brian Rice.

  5. Samuel Dubose, un problema con la matrícula (19-07-2015)

    Otro vídeo, tomado por la cámara que llevan incorporada los coches policiales, volvió a provocar indignación en el verano de 2015. En esta caso por la muerte en Cincinnati de Samuel Dubose, de 34 años, al que había dado el alto el agente Ray Tensing, de 25 años, por no llevar matrícula en la parte delantera del vehículo que conducía. El agente aseguró que Dubose actuó con agresividad y le arrastró con el coche, pero la grabación demostró que no fue así. Dubose intentó huir tras reconocer ante el agente que no llevaba carné de conducir. Recibió un tiro en la cabeza.

    Dubose iba desarmado, como una de cada diez víctimas que murieron abatidos por la policía en 2015, según informe publicado por The Washington Post, que cifra en 965 el número de civiles fallecidos. Y 60% de esos casos, las víctimas eran de raza negra o hispanos.

  6. Alton Sterling, disparado tras ser reducido

    La muerte de Alton Sterling es la última que se ha conocido a manos de dos policias blancos. Los agentes respondieron a una llamada que hablaba de un hombre afroamericano que profería amenazas en el exterior de una tienda y estaba armado. Tras acercarse al lugar, los dos policias lograronn reducir a Sterling tumbándole en el suelo, posteriormente se escucharon unos disparos. El detenido murió como consecuencias de varios impactos en el pecho y en la espalda.

    Un testigo graba la escena en vídeo, y en ella parece oírse que el sospechoso lleva un arma, aunque según diversas informaciones ese dato está por confirmar.

    La muerte de Sterling vuelve alimentar la indignación de una comunidad que se ve en el punto de mira de la Policía. En 2015 creó el lema «Las vidas negras importan» para defender su dignidad. La Policía le dio la réplica.

    Un informe publicado por el diario «The Guardian», señalaba que en 2015 murieron 1.134 personas a manos de la Policía, gran parte de ellas negras. Según el informe, a pesar de que constituyen sólo el 2 por ciento del total de la población estadounidense, los varones afroamericanos con edades comprendidas entre los 15 y los 34 años suponen más del 15 por ciento de todas las muertes registradas ese año; uno de cada 65 jóvenes negros en Estados Unidos muere asesinado por un agente policial; y en torno al 25 por ciento de los negros abatidos estaba desarmado, siete puntos por encima del porcentaje de blancos que murió en las mismas condiciones.

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